Su obra cambió la forma de ver los Estados Unidos de posguerra a través de un viaje en el que retrató el racismo, la violencia y la pobreza detrás del sueño americano. Se le conocía como el "Jack Kerouac de la fotografía" por un estilo que abandonaba las convenciones formales del momento para poner el foco en la expresividad y el relato interno de la imagen. 

The Americans revolucionó la fotografía de su tiempo al fijar su interés en aquellos que vivían al margen de la sociedad y en los conflictos que nadie capturaba. Una serie de obras producto de un tiempo en el que recorrió Estados Unidos en un Ford Coupe, conociendo a personas de todas partes y capturando sus miradas en fotografías que, para él, era imprescindible que contaran relatos de una generación.

En 1947 se había convertido en fotógrafo asistente de Harper's Bazaar. A partir de entonces empezó a colaborar en distintos medios entre los que destacaba la revista Life. A principios de los cincuenta recorrería Europa e incluso pasaría una temporada en Valencia, practicando un estilo que luego daría como resultado The Americans. De hecho, en 2017, el museo valenciano IVAM le dedicó una exposición llamada Caso de Estudio: Robert Frank en conmemoración a su influyente estancia en el Levante español. 

Vivió en Nueva York, con su mujer Mary y sus dos hijos, compaginando su trabajo con intentar destacar en una generación de artistas y literatos entre los que se encontraban Jack Kerouac o Allen Ginsberg. The Americans se publicó en 1958 y en poco menos de una década, su obra le convertiría en uno de los nombres esenciales para entender la  fotografía del siglo XX.