En una coincidencia sorprendente, esta novedad en el caso llega a la vez que la miniserie documental de AMC Madeleine McCann: Principal sospechoso, que desde el tres de mayo y durante tres episodios revisará en exclusiva la declaración de Christian Brueckner, imputado por su desaparición. Brueckner hablará con el investigador de la serie y le dará una coartada que investigarán intentando dar con la prueba definitiva para confirmar las sospechas.

La serie de AMC sigue los pasos del antiguo detective Mark Williams-Thomas cuando emprende la primera investigación activa de la televisión británica sobre Christian Brueckner y, en una exclusiva mundial, revisará la declaración del mismo. En la miniserie, las autoridades alemanas aseguran poseer pruebas de que Maddie está muerta y que Christian Brueckner es culpable de su asesinato, pero también admiten que no hay fundamentos suficientes para procesarlo. 

El detective descubrirá nueva información y revelaciones sobre el número de teléfono móvil que vincula a Brueckner con la escena de la desaparición de Madeleine, y rastrea a un conocido pedófilo alemán con el que se comunicaba. Tanto en Portugal como en Alemania sigue todas las pistas creíbles relacionadas con Christian Brueckner. Entrevista a los principales agentes y se sumerge en la vida y los crímenes pasados del principal sospechoso, que se comunica directamente con Mark Williams-Thomas y le cuenta lo que estaba haciendo y dónde estaba cuando desapareció Madeleine. El detective rastreará y contactará exclusivamente con la coartada del principal sospechoso.

El caso de Madeleine sorprendió a todos en mayo de 2007, cuando pocos días antes de cumplir los cuatro años, desapareció del apartamento que había alquilado la familia para pasar sus vacaciones. Sus padres habían salido a cenar a un restaurante cercano con unos amigos y dejaron a la niña con sus dos hermanos en la casa.

Pese a la intensa búsqueda de las autoridades portuguesas y a las múltiples iniciativas lanzadas por los McCann ante todo tipo de instancias, políticas o incluso ante el Vaticano, no se logró dar con la pista de la niña. Los propios padres tuvieron que afrontar sospechas de ser los responsables de la desaparición de Maddie.

En junio de 2020, el caso dio un giro inesperado, al presentar cargos contra el actual imputado la fiscalía de Braunschweig. Fue a raíz de un cruce de datos entre una serie de delitos sexuales contra Brueckner, quien entre 1995 y 2007 vivió temporalmente en el Algarve y, según se comprobó en su teléfono móvil, había estado cerca del complejo vacacional de los McCann cuando desapareció la niña.