"Fabre asegura que en los 40 años que lleva trabajando en su empresa nunca ha habido problemas de acoso sexual. Eso es mentira", decía la carta, que apuntaba a que muchos exempleados han tenido que recurrir a ayuda psicológica y que la experiencia de trabajar con él les dejó "cicatrices traumáticas".

Este viernes, Fabre ha sido condenado por violencia, acoso tanto laboral como sexual (en el caso de una artista), y el delito tipificado en Bélgica como "atentado contra el pudor" hacia cinco mujeres de las 11 que denunciaron. De las otras seis, cinco datan del periodo 2002 a 2007 y han sido consideradas prescritas y una sexta, interpuesta por un bailarín, fue admitida pero no se consideró suficientemente probada.

Fabre, quien ha negado los hechos, no se presentó al juicio ni a la lectura de la sentencia. De hecho, según ha podido saber elDiario.es mientras se leía la sentencia Fabre se encontraba en Sevilla, preparando su próximo estreno. La abogada de las denunciantes ha admitido su satisfacción con el veredicto, según recoge De Standaard. "La única motivación era prevenir la reincidencia", ha declarado a las puertas del juzgado.

El Teatro Central de Sevilla tiene previsto un montaje de Jan Fabre y su compañía Troubleyn para los días 14 y 15 de mayo. La institución, dependiente de la Junta de Andalucía, va a emitir un comunicado este viernes al respecto del mantenimiento en cartel o cancelación de la obra, que en sus redes sociales ha calificado de "homenaje a Sevilla". En 2019, el Teatro Lliure decidió cancelar su célebre Mount Olympus, una obra de 24 horas de duración, por motivos éticos tras las acusaciones de acoso.