El 20 de noviembre de 1975, Franco moría en su cama tras asfixiar a España durante casi 40 años. Meses antes, aprobaba un nuevo código de censura que permitía por primera vez de forma oficial el desnudo en el cine, siempre y cuando no fuera utilizado “para despertar pasiones o incidir en la pornografía”. La dictadura abría la mano en busca de mostrar una cara menos rancia al extranjero, a muchos países que miraban a España como centro neurálgico de sus vacaciones.
Aquel nuevo código de censura fue el pistoletazo de salida para que todo el machismo y la represión salieran representados en forma de un cine que convertía a las mujeres en objetos sexuales.