La palabra solterona está llena de connotaciones. Todas negativas. Cuando alguien se refiere a una mujer como una solterona no solo quiere indicar que no ha contraído matrimonio, sino que además lo afirma de manera despectiva. La sociedad empuja a vivir en pareja, a formar una familia, a firmar un papel y cumplir con todos los clichés enseñados. La que no lo hace es señalada con ese adjetivo injusto. A las niñas se les asusta, se les dice que si no hacen lo que deben hacer, se quedarán “para vestir santos”, serán "unas solteronas”.