Bruselas quiere que los Gobiernos no vuelvan a

Que las fronteras interiores no se toquen, y que las exteriores estén aún más protegidas. Son algunas de las claves de la estrategia presentada este miércoles por la Comisión Europea para mejorar el funcionamiento del espacio Schengen. "La pandemia del coronavirus ha ejercido una gran presión en el espacio Schengen, con más Estados miembros que han vuelto a introducir controles en las fronteras interiores, poniendo en ocasiones en peligro el correcto funcionamiento del mercado interior, interrumpiendo las cadenas de suministro dentro de la UE, así como el movimiento de personas, especialmente las que viven y trabajan en regiones fronterizas.

Se necesitan mejoras para garantizar que Schengen pueda afrontar los retos actuales y futuros y que todos los que viven en Europa puedan seguir disfrutando de los beneficios de los viajes sin restricciones", afirma la Comisión Europea.

El Ejecutivo comunitario entiende que "el espacio Schengen es el espacio libre de viajes más grande del mundo y uno de los principales logros de la Unión Europea", y señala los riesgos que de los últimos años: "Si bien sus cimientos han demostrado ser sólidos, las crisis y los desafíos recientes han puesto a Schengen a prueba. La crisis de los refugiados de 2015 puso de manifiesto deficiencias en la gestión de la Unión de las fronteras exteriores y de la migración, lo que provocó la reintroducción de controles en las fronteras interiores en varios Estados miembros. También se reintrodujeron los controles en las fronteras interiores en respuesta a las amenazas terroristas".

En este sentido, la estrategia de la Comisión Europea se propone "garantizar una gestión moderna y eficaz de las fronteras exteriores de la UE; reforzar el espacio Schengen internamente; mejorar la gobernanza para fomentar la confianza entre los Estados miembros y una mejor preparación para las crisis; completar la ampliación del espacio Schengen, de modo que Bulgaria, Rumanía, Croacia y Chipre puedan beneficiarse plenamente de Schengen".

Para garantizar una gestión eficaz de las fronteras exteriores de la UE, Bruselas apuesta por "el despliegue continuo de Frontex, la Guardia Europea de Fronteras y Costas de la UE; hacer que los sistemas de información para la gestión de las fronteras y la migración sean interoperables para 2023; y la digitalización de las solicitudes de visado y los documentos de viaje".

La Comisión también pide a los Gobiernos "que adopten rápidamente la propuesta del Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo sobre el control de las personas que cruzan sin autorización".

En cuanto al refuerzo del espacio Schengen internamente, el Ejecutivo comunitario defiende que "una estrecha cooperación entre los Estados miembros para prevenir y combatir las amenazas a la seguridad es fundamental para mantener y compensar la ausencia de controles en las fronteras interiores. Las nuevas iniciativas incluirán un Código de cooperación policial de la UE; la actualización del marco Prüm para el intercambio de información sobre ADN, huellas dactilares y vehículos registro; y ampliar el uso de información anticipada sobre los pasajeros a los vuelos dentro de Schengen. El nuevo Pacto sobre migración y asilo, una vez adoptado, también establecerá un enfoque común para gestionar la migración, un elemento importante para el buen funcionamiento del espacio Schengen".

En relación con la preparación y la gobernanza, la Comisión propone revisar el mecanismo de evaluación y seguimiento de Schengen, y anuncia que convocará foros de Schengen periódicos "para fomentar el diálogo político sobre cómo abordar desafíos comunes, basados ??en informes anuales sobre el estado de Schengen".

A finales de este año, la Comisión Europea propondrá revisar el código de fronteras Schengen "para impulsar la resistencia a las amenazas graves garantizando una estrecha coordinación e introduciendo las salvaguardias necesarias para que la reintroducción de los controles en las fronteras interiores siga siendo una medida de último recurso".

Bruselas también se compromete a presentar "un plan de contingencia que permitirá la reactivación del sistema carriles verdes para el tráfico ininterrumpido de mercancías en caso de crisis futuras" y a iniciar "un diálogo con los Estados miembros para abordar la reintroducción duradera de controles en las fronteras interiores".

"Para fomentar la confianza común en la aplicación de las normas de Schengen y asegurarse de que cualquier deficiencia se identifique y solucione rápidamente", dice Bruselas, "la Comisión Europea propone revisar el mecanismo de evaluación y seguimiento de Schengen: los cambios incluyen la aceleración del proceso de evaluación, así como un procedimiento de vía rápida en caso de deficiencias importantes que podrían poner en riesgo a Schengen en su conjunto". Y añade que "se prestará más atención a las evaluaciones de Schengen, ya que sus resultados se incluirán en el informe anual sobre el estado de Schengen y se debatirán con el Parlamento Europeo y el Consejo. El mecanismo revisado incluye una mayor supervisión del respeto de los derechos fundamentales".