Las restricciones de movilidad hicieron

En agosto de 2020 había 321.496 viviendas turísticas anunciadas en España. Seis meses después, en febrero de 2021, 294.698 (casi 27.000 menos). Barcelona, Girona y Málaga fueron las provincias donde más anuncios 'desaparecieron', mientras que en la provincia de Las Palmas hubo un aumento de 190 anuncios. Pandemias aparte, febrero es temporada alta en Canarias y hay un aumento de viviendas puestas en alquiler vacacional.

El INE ha publicado su segunda oleada de datos sobre viviendas turísticas. No son cifras de licencias, sino más ajustadas a la realidad. El organismo rastrea los principales portales del sector —Airbnb, Booking y Vrbo—, elimina duplicidades y calcula el número de anuncios y su capacidad total, las plazas disponibles en cada uno, sean viviendas con licencia o sin ella.

En agosto de 2020 había 1,6 millones de plazas anunciadas; en febrero, 130.000 menos. La foto no es fija y cambiará según el mes del rastreo, en función de cuánta gente decida sacar una vivienda (o una habitación) al mercado. Una limitación de estos datos del INE es que la serie empieza en pandemia, así que no podemos comparar con cuántas viviendas turísticas había antes. En 2018, elDiario.es calculó a partir de datos de DataHippo que había 238.420 alojamientos activos.

Los datos apuntan a que las restricciones a la movilidad de los últimos meses —tanto nacional como internacional— han provocado un descenso en el número de viviendas anunciadas. En agosto de 2020 ya había coronavirus, aunque la movilidad era libre en toda España y los extranjeros podían entrar sin PCR . Aquel mes llegaron a España 2,5 millones de turistas internacionales, frente a los 10,1 millones de 2019. El turismo nacional cayó, pero no tanto: solo un 17% durante todo el verano. Pese a ser un momento negro para el sector, los propietarios de vivienda turística tenían algo de mercado gracias a los españoles.

En febrero de este año apenas vinieron turistas extranjeros (menos de 300.000, frente a los 4,3 de antes de la pandemia) y el turismo interior estuvo limitado hasta el fin del estado de alarma, cuando recuperamos la movilidad entre comunidades. Los datos que mejor reflejan la caída del turismo nacional son los de coyuntura turística hotelera, que muestran un descenso de más de dos millones de viajeros nacionales en febrero (de los 3,6 millones pre-COVID a los 960.000 de este año). Los propietarios de vivienda turística han tenido menos oportunidades para alquilar sus viviendas.

Los municipios que más porcentaje de viviendas turísticas tienen sobre el total de viviendas son Búger (Baleares), Sales de Llierca (Girona), Adahuesca (Aragón), La Oliva (Las Palmas) y Pollença (Baleares). Más del 20% de sus viviendas se anuncian en alguno de los portales mencionados. En este caso, la limitación de los datos está en que el total de viviendas procede del censo de 2011, que hasta este año no se actualizará.

Las provincias costeras, las islas y Madrid son las zonas que más vivienda turística concentran, mientras que el porcentaje de vivienda turística sobre el total de viviendas es del 1,2% en España.

El INE también desglosa las viviendas turísticas por distritos en las grandes ciudades. Todos los distritos de Madrid y Barcelona han registrado un acusado descenso de anuncios salvo el madrileño Carabanchel, que en febrero tenía un 1,8% de viviendas turísticas más que en agosto de 2020 (de 566 viviendas a 668). Los distritos que registran menores caídas son Puente de Vallecas (521 viviendas, un 2,4% menos que en agosto), Chamartín (478 viviendas, un 6,1% menos), Sarrià-Sant Gervasi (702 viviendas, un 6,6% menos) y Ciudad Lineal (497 viviendas, un 6,6% menos).

En Madrid, la mayor concentración de vivienda turística se da en el distrito Centro (6.693 viviendas, con secciones que llegan al 27% sobre el total). En Barcelona, hay secciones en los distritos de Eixample (5.019 viviendas) y Ciutat Vella (3.377 viviendas) que tienen hasta un 39% de vivienda turística sobre el total.