El FMI recorta un punto la previsión de crecimiento de España al 4,8%, pero la deja al frente de las economías europeas

El Fondo Monetario Internacional (FMI) limita el impacto de la guerra en Ucrania en el crecimiento económico de España en 2022 a punto porcentual y da la previsión más optimista entre las principales conocidas hasta ahora: un 4,8%. Para 2023, el organismo estima un incremento de la actividad económica del 3,3%, apenas 0,5 enteros menos que antes de la invasión de Rusia y muy por encima de la eurozona en conjunto (2,8% este año y 2,3% el próximo) y de sus principales comparables.

Estas expectativas alejan la amenaza de estanflación (inflación sin crecimiento) y descartan el riesgo de recesión. La previsión para el avance de los precios se queda en el 5,3% de media este año en nuestro país, en línea con el conjunto de la eurozona, y por debajo de otras estimaciones que se han presentado recientemente.

El principal peligro para este escenario proviene precisamente de la escalada generalizada de los precios (contagiados por la disrupción de la guerra en los mercados internacionales de petróleo y gas), por su impacto sobre la capacidad real de gasto de los hogares, márgenes empresariales [capacidad de obtener beneficios de los ingresos] y sobre el sector exterior.

Por otra parte, el FMI confirma que la recuperación de nuestro país es la más rezagada entre las economías avanzadas. El PIB real de Estados Unidos cerrará 2022 6 puntos por encima del nivel pre Covid y el de la eurozona casi 2 puntos. España, por el contrario, tendrá que esperar a 2023 para completar la reconstrucción.

El Gobierno aprobó recientemente un Plan de choque (de 6.000 millones de euros y otros 10.000 en avales y financiación) para paliar temporalmente estos efectos de la inflación, especialmente dolorosos para las familias con menos ingresos y ahorros. Y está a la espera de la aprobación por parte de la Comisión Europea de la "excepción ibérica", la propuesta de España y Portugal para limitar el precio del gas en el sistema de fijación de la factura de la electricidad.

"En el aspecto fiscal, el margen de actuación ya se vio erosionado en muchos países por el gasto [público] relacionado con la Covid", recuerda el FMI. "Los niveles de deuda han aumentado significativamente y se esperaba que el apoyo fiscal extraordinario se eliminara en 2022 y 2023", continúa, y advierte: "La guerra y el aumento inminente de las tipos de interés reducirán aún más el espacio fiscal en muchos países".

Entre ellos, se sitúa España, con un endeudamiento respecto al PIB que supera el 110% del PIB. "La guerra en Ucrania ha exacerbado dos dilemas políticos difíciles: abordar la inflación y salvaguardar la recuperación; lo que implica decidir entre apoyar a los vulnerables y reconstruir los amortiguadores fiscales", lamenta el FMI.

Las expectativas publicadas en las últimas semanas establecían un rango de referencia para 2022 que iba desde el 4,1% de crecimiento del PIB real (producto interior bruto) de BBVA Research hasta el 4,5% del Banco de España, con el centro de análisis Funcas en el 4,3% y la Autoridad independiente de responsabilidad fiscal (AIReF) en el 4,2%.

El Gobierno presentará la actualización de su cuadro macroeconómico en el Consejo de Ministros el próximos 26 de abril con estos antecedentes, y en un contexto de incertidumbre extrema. Su última previsión fue de un 7% de crecimiento, sobre la que diseñó los Presupuestos Generales del Estado, con una hipótesis de partida que la guerra ha derrumbado por completo.

El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, valoró este mismo martes que "el FMI confirma que España crecerá por encima de las principales economías avanzadas".

"Estas previsiones confirman la solidez de la actual etapa expansiva de la economía española y los efectos de las inversiones y reformas del plan de recuperación. No obstante, en este entorno de elevada y certidumbre, las previsiones hay que tomarlas con una dosis particular de prudencia”, explicó García Andrés.

Sobre las nuevas estimaciones el Ejecutivo está construyendo en estos momentos el programa de estabilidad que tiene que enviar a la Comisión Europea antes de que termine este mes, clave para las peticiones en junio sobre las partidas de los fondos europeos de recuperación. En esta ocasión, además de las transferencias, que en 2022 se acercarán a los 25.000 millones de euros, se demandarán los préstamos, que excederán los 70.000 millones previstos inicialmente, según confirman fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos.

El crecimiento que estima el FMI para España tras calcular el impacto de la invasión de Ucrania es el mayor entre las economías comparables de la eurozona. Entre otras razones, porque nuestro país sufrió el golpe más duro y duradero en la pandemia, dado el mayor peso del turismo sobre el conjunto de la actividad económica, que precisamente afronta en este 2022 y en 2023 la recuperación retrasada por las restricciones sanitarias.

Italia sufre el mayor recorte total en las estimaciones del organismo que preside Kristalina Georgieva: 1,5 puntos en 2022 y otras 5 décimas en 2023 (ver gráfico), hasta un crecimiento del 2,3% y el 1,7%, respectivamente. Aunque también esquivaría la estanflación. Mientras, el mayor tijeretazo para este año se lo lleva Alemania, de 1,7 puntos porcentuales, hasta el 2,1% de incremento del PIB real.

El FMI destaca el gran desequilibrio de España con la previsión de paro, que ve en el 13,4% este año y aún cerca del 13% durante el próximo ejercicio, mientras en el conjunto de la eurozona el desempleo es menor, 7,3% y 7,1%, respectivamente.