La OMS acepta reformarse y aplaza el tratado de pandemias hasta final de año

Los países reunidos en la Asamblea Mundial de la Salud, el órgano de toma de decisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han acordado este lunes estudiar las propuestas formuladas por expertos independientes para fortalecer la capacidad de la agencia de Naciones Unidas, mientras que las conversaciones sobre si avanzar o no hacia la creación un potencial Tratado sobre pandemias tendrán que esperar hasta finales de este año.

Tras más una semana de reuniones virtuales del foro con sede en Ginebra, los 194 Estados miembros han adoptado por consenso –la forma en la que se suele trabajar en la asamblea– una resolución presentada por casi 60 países, entre ellos el bloque de la Unión Europea y EEUU, en la que se decide constituir un grupo de trabajo de los Estados miembros para examinar las recomendaciones y crear propuestas concretas.

A este grupo se le pide que estudie las conclusiones y recomendaciones de varios comités de expertos que han evaluado la respuesta al coronavirus, entre ellos el Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia, que exigió hace unas semanas a los gobiernos nacionales y la comunidad internacional que emprendieran urgentemente un conjunto de reformas para transformar el sistema mundial y conseguir una OMS más fuerte e independiente.

En su informe, este panel concluyó que el mundo no estaba preparado para una pandemia y considera que el sistema de alerta es claramente inadecuado para responder a patógenos como la COVID-19. Sostiene además que la OMS tardó en declarar su mayor nivel de alerta en enero, y que febrero de 2020 fue un "mes perdido" en el que la mayoría de países optaron por "esperar y ver", en lugar de tomar medidas firmes. El Comité de Revisión del Reglamento Sanitario Internacional y el Comité Independiente de Supervisión y Asesoramiento del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS también han presentado sus hallazgos sobre los fallos en la respuesta a la pandemia.

Con el objetivo de establecer un "nuevo y ágil sistema de vigilancia", el panel independiente había pedido a la asamblea que tomara dos decisiones en esta sesión. Por un lado, "conceder explícitamente a la OMS la potestad de publicar información sobre brotes con potencial pandémico de forma inmediata sin necesidad de solicitar autorización previa a los gobiernos nacionales". Por otro, "facultar a la OMS para investigar patógenos con potencial pandémico en todos los países pudiendo, con breve preaviso, acceder a los lugares pertinentes, obtener las muestras necesarias, y tramitar visados de múltiples entradas para que epidemiólogos de distintas partes del mundo puedan desplazarse".

Sin embargo, la resolución, que reafirma el papel de la OMS, no llega a respaldar explícitamente esta recomendación de otorgar a la agencia poderes más amplios.

El grupo de trabajo establecido para examinar las propuestas debe contar con una mesa de seis miembros, y su primera reunión no debe ser más tarde del próximo 17 de septiembre. Deben presentar un informe con las medidas propuestas para la OMS y los Estados Miembros de cara a la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, el año que viene, de acuerdo con la resolución de 14 páginas.

La resolución solicita a los países que refuercen la capacidad de la OMS para "evaluar rápida y adecuadamente" los brotes de enfermedades que puedan constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional "lo antes posible, en estrecha coordinación y consulta con los Estados Miembros, y a que comuniquen sistemáticamente los resultados de esas evaluaciones a los Estados Miembros".

También, piden garantizar "una financiación adecuada, flexible, sostenible y previsible del presupuesto por programas de la OMS". El texto reconoce además que "las expectativas de la comunidad internacional (...) generalmente superan las capacidades actuales de la OMS y su capacidad para apoyar a los Estados Miembros".

Asimismo, la resolución insta a todos los países a que fortalezcan sus capacidades básicas de salud pública, aumenten su capacidad para detectar nuevas amenazas (incluido mediante técnicas de laboratorio, como la secuenciación genómica) y notificarlas a la OMS, como recoge la normativa internacional.

El director general de la agencia, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha cerrado la asamblea calificando la resolución de "histórica" y recogiendo el guante del mensaje de que una OMS fuerte necesita ser financiada adecuadamente. Por eso, ha pedido a los Estados Miembros que tracen el camino hacia un modelo financiero sostenible para la organización. "Los informes [de los comités] son unánimes en su opinión de que el mundo necesita una OMS más fuerte en el centro de la arquitectura sanitaria mundial. Como dicen todos los informes y han subrayado muchos Estados Miembros, un cambio de paradigma en la cantidad y calidad de la financiación de la Secretaría es una cuestión clave".

Una de las cuestiones que más atención ha recibido durante las reuniones en Ginebra ha sido la posibilidad de crear un nuevo tratado internacional de preparación y respuesta ante futuras pandemias. Pero la negociación y la redacción de un tratado de este tipo puede llevar de meses a años, y era muy poco probable que se adoptara uno esta asamblea. 

Lo que los Estados miembros sí han decidido es pedir que se convoque una sesión extraordinaria de la asamblea a finales del próximo noviembre (del 29 al 1 de diciembre, previsiblemente) con un único punto del día "dedicado a considerar las ventajas de elaborar una convenio de la OMS, un acuerdo u otro instrumento internacional sobre preparación y respuesta ante una pandemia" con miras a establecer un proceso intergubernamental para redactar y negociar dicho texto.

Para ello, se apoyarán en el informe del grupo de trabajo para fortalecer la respuesta de la OMS, que debe dar prioridad a este asunto, según la decisión adoptada por consenso este lunes. Fue propuesta por decenas de países, entre ellos la UE, EEUU, Reino Unido, así como Albania, Australia, Azerbaiyán, Canadá, Chile, Costa Rica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Fiyi, Georgia, Indonesia, Islandia, Kenia, Montenegro, Noruega, Paraguay, Qatar, Corea del Sur, República Dominicana, Ruanda, Senegal, Sudáfrica, Sudán, Tailandia, Túnez, Turquía, Ucrania y Uruguay.

A finales de marzo, una veintena de jefes de Gobierno se unieron al director general de la OMS y al Presidente del Consejo Europeo para pedir un tratado internacional de preparación y respuesta ante una pandemia. Pero quedaban importantes interrogantes sobre la voluntad de los países de comprometerse y ratificar otro instrumento jurídicamente vinculante diseñado para promover la seguridad sanitaria complementando, no sustituyendo, el Reglamento Sanitario Internacional, la piedra angular de la gobernanza sanitaria mundial.

Países como Estados Unidos, Rusia y China estaban ausentes en la propuesta de marzo. Según informa Politico, la decisión que retrasa el iniciar negociaciones indica que la oposición de Washington ha acabado imponiéndose tras difíciles debates entre los países miembros, ayudado en parte por la reticencia de algunos Estados que argumentan que no pueden discutir un tratado en plena pandemia.

A pesar del margen que han ganado los oponentes al tratado, los que lo proponen lo perciben como un gran éxito, informa el medio especializado Geneva Health Files. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha celebrado en Twitter la decisión de la asamblea para preparar una reunión extraordinaria en noviembre.

En su informe, el panel de expertos independiente pidió adoptar una convención marco sobre pandemias en los "próximos seis meses". "Nos alegramos de que los Estados miembros hayan reconocido la posibilidad de un tratado sobre la pandemia y de una sesión especial de la Asamblea Mundial de la Salud en noviembre. Eso es dentro de seis meses", dijo el pasado miércoles ante la asamblea Ellen Johnson Sirleaf, copresidenta del grupo. "Les instamos a que utilicen esos seis meses también para poner en práctica las decisiones que el panel ha establecido en relación con las reformas para una OMS más fuerte e independiente. La sesión especial de la Asamblea podría ser también una oportunidad para avanzar no solo en el tratado".

Algunos expertos han expresado en los últimos días su decepción por el hecho de que se aplace hasta noviembre de 2021 la decisión de empezar a preparar un nuevo tratado. "El plan era que una resolución permitiera a un grupo de trabajo intergubernamental, dirigido por un Jefe de Estado, empezar a trabajar en este tratado. En lugar de ello, parece que ahora tendremos que tomar una decisión para volver a estudiar el tema a finales de este año. Esto es inaceptable", dijo hace unos días en un comunicado Barbara Stocking, presidenta del Panel para una Convención Mundial de Salud Pública (GPHC). "Parece que los gobiernos aún no han comprendido el riesgo continuo al que nos enfrentamos. (...) No deberíamos "esperar a ver" si tenemos un tratado global que, en cualquier caso, tardará meses en acordarse".

El discurso de clausura del jefe de la OMS ha estado atravesado por un fuerte alegato a favor de un nuevo tratado contra las pandemias. "Un día –espero que pronto– la pandemia quedará atrás, pero seguiremos enfrentándonos a las mismas vulnerabilidades que permitieron que un pequeño brote se convirtiera en una pandemia mundial", ha dicho. "Por eso, la recomendación que creo que más contribuirá a fortalecer tanto a la OMS como a la seguridad sanitaria mundial es la recomendación de un tratado sobre la preparación y la respuesta ante una pandemia".

"Necesitamos un compromiso generacional que sobrepase los ciclos presupuestarios, los ciclos electorales y los ciclos mediáticos, que cree un marco general para conectar los mecanismos políticos, financieros y técnicos necesarios para reforzar la seguridad sanitaria mundial", ha defendido el director general. Dicho tratado "fomentaría la mejora del intercambio, la confianza y la responsabilidad, y proporcionaría la base sólida sobre la que construir otros mecanismos para la seguridad sanitaria mundial".

Según Geneva Health Files, la asamblea ha estado dominada en buena medida por las conversaciones sobre el tratado pandémico, mientras un debate serio sobre los esfuerzos para abordar las desigualdades en el acceso a las vacunas "ha brillado por su ausencia".

"Es muy alentador que los casos y las muertes sigan disminuyendo a nivel mundial, pero sería un error monumental que cualquier país pensara que el peligro ha pasado", ha dicho Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha pedido a los países que se comprometan a apoyar los objetivos para lograr la vacunación de al menos el 10% de la población de todos los países a finales de septiembre, y al menos el 30% a finales de año.

Además de los textos sobre la preparación ante futuras pandemias y el refuerzo de la OMS, la Asamblea Mundial de la Salud de este año ha adoptado cerca de 30 resoluciones y decisiones en diferentes ámbitos de la salud pública como la diabetes, las discapacidades, el fin de la violencia contra los niños, la atención oftalmológica, el VIH, la hepatitis y las infecciones de transmisión sexual, el paludismo, las enfermedades tropicales desatendidas, las enfermedades no transmisibles, la enfermería y la obstetricia o la salud bucodental.

También se ha aprobado una resolución patrocinada por más de 100 países para reforzar la producción local de "medicamentos y otras tecnologías sanitarias" para mejorar el acceso, que exige específicamente un enfoque más integral y de todos los gobiernos, estrategias y planes de acción nacionales, un entorno empresarial propicio, desarrollo de capital humano, colaboración de múltiples partes interesadas y participación en redes regionales y globales.