Sánchez anuncia que España enviará 15 millones de vacunas más al mecanismo de reparto equitativo COVAX

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado que enviará 15 millones de vacunas a través del mecanismo de reparto equitativo COVAX, que se suman a los 7,5 millones que se comprometió en abril a donar a América Latina (cuando España llegue al umbral del 50% de población vacunada). Lo ha hecho en una intervención en vídeo durante la cumbre virtual que alberga este miércoles Japón para recaudar más recursos para la iniciativa, que afronta un importante déficit de dosis mientras se perpetúa la enorme brecha en la vacunación entre las naciones ricas y pobres.

Sánchez no ha detallado cuándo se entregarán estos 15 millones de vacunas del suministro nacional –COVAX está pidiendo a los países con más dosis que comiencen a donar inmediatamente– y se ha limitado a señalar que el nuevo compromiso "eleva el total a 22,5 millones a finales de 2021". El presidente español se ha comprometido también a destinar 50 millones de euros más a COVAX a través de la Alianza para la Vacunación (Gavi), asociación público-privada que codirige la iniciativa. "Todo ello eleva a más de 108 millones de euros el total de ayuda que España destinará a los esfuerzos internacionales en la lucha contra la COVID-19".

En el evento, que ha reunido a líderes mundiales, al sector privado, representantes de la sociedad civil y a los principales socios técnicos, varios políticos han anunciado sus compromisos, entre ellos Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que ha dicho que la UE, junto con el Banco Europeo de Inversiones, "destinará 300 millones de euros" a la iniciativa.

El acto se ha marcado como objetivo asegurar al menos 2.000 millones de dólares por parte de los donantes y el sector privado, más para 2020 y 2021 "con el fin de acelerar el acceso" a 1.800 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus para los países de menores ingresos. Esta financiación se suma a los 6.300 millones de dólares ya recaudados para COVAX.

Según explica Gavi, estos 1.800 millones de dosis permitiría proteger a casi el "30% de la población en todos los países" que reciben vacunas sufragadas por el mecanismo, o aproximadamente la mitad de todos los adultos. En la actualidad, dicen, disponen de fondos para cubrir a aproximadamente el 20% de la población, "lo que equivale a todos los trabajadores sanitarios y sociales, los ancianos y las personas con enfermedades subyacentes."

Gavi indica que esta financiación adicional es necesaria "para diversificar la cartera en tiempos de incertidumbre en el suministro, asegurar el acceso a las dosis para su administración en 2021 y principios de 2022; y planificar los escenarios y la estrategia para las necesidades de salud pública para 2022 y los años posteriores".

En los últimos días, los impulsores de la iniciativa han pedido a los países que más vacunan tienen que compartan las dosis y que lo hagan "ahora", mientras una nueva ola de virus hace estragos en el sur de Asia y otras partes del mundo. "Necesitamos que empiecen a moverse a principios de junio", han reclamado. Además, piden que estas donaciones se efectúen a través de de COVAX.

La UE, sin embargo, se ha limitado a decir de momento que donará al menos 100 millones de dosis a los países de ingresos bajos y medios "antes de que finalice el año". "La mayoría de ellas se entregarán a través de COVAX", ha precisado este miércoles la presidenta de la Comisión Europea. 

Hasta ahora, COVAX ha enviado casi 78 millones de vacunas a 127 participantes (entre los que no solo se incluyen los países más pobres). El mecanismo afronta en estos momentos una importante escasez de suministro y grandes retrasos en la distribución planeada, principalmente debido a las reducción de las exportaciones en India a medida que los casos se dispararon en una nueva ola de coronavirus.

Se estima que COVAX ha entregado hasta ahora más de 100 millones de vacunas menos de las previstas y se calcula que el déficit se acercará a los 190 millones de dosis a finales de junio, principalmente a los retrasos del Serum Institute de India, el mayor fabricante del país y el mayor proveedor del programa.

Las limitaciones a la exportación en India solo han profundizado aún más los problemas a los que se enfrenta COVAX, del cual dependen muchos países de ingresos medios y bajos. El mecanismo no comenzó sus primeros envíos hasta finales de febrero y se considera que el elevado número de contratos con las farmacéuticas firmados por los países, principalmente ricos, para asegurarse las dosis por su cuenta, fuera de COVAX, han acabado perjudicando la capacidad de compra de la iniciativa.

La idea inicial era crear una herramienta para que todos los países, ricos y pobres, compraran la vacuna de manera conjunta. Sin embargo, las naciones de mayores ingresos lo han utilizado principalmente para donaciones económicas mientras se aseguraban vacunas con contratos directos. En este sentido, la financiación de este mecanismo queda a merced de la voluntariedad de los donantes de mayores recursos.

Los volúmenes y el objetivo de vacunación de COVAX (inicialmente un 20%) son además muy bajos comparados con las tasas de inmunización que ya están alcanzando las partes más ricas del planeta.

Todo apunta a que, en los próximos meses, el mecanismo jugará un papel clave en la redistribución de excedentes, aunque no es una tarea sencilla porque dependerá de los países donantes, los receptores y de la industria. Este tipo de donaciones suelen dificultar la planificación en los países con sistemas sanitarios menos fuertes, según apuntan los expertos. En un documento sobre los principios para compartir vacunas publicado en diciembre, COVAX decía que para facilitar el acceso equitativo y de acuerdo con su mecanismo de asignación, "las dosis no deben asignarse a zonas geográficas o poblaciones específicas".

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los 1.800 millones de vacunas administradas en el mundo, solo el 0,4% se han administrado en países de renta baja. "Esto es ética, epidemiológica y económicamente inaceptable", ha dicho el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha abogado en reiteradas ocasiones por la necesidad de acelerar la fabricación, aumentar la transferencia de tecnología, compartir conocimientos y suspender temporalmente las protecciones de propiedad intelectual.

Por su parte, Sánchez ha recordado que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español pondrá a disposición de C-TAP –un repositorio de la OMS para compartir datos y fomentar e concedieran de forma no exclusiva y transparente– la tecnología de un test de anticuerpos que ha diseñado, con el objetivo de que se pueda fabricar en otros países libremente. "Solo predicando con el ejemplo seremos eficaces al pedir solidaridad, y solo con solidaridad podremos superar esta crisis y sanar las heridas en nuestras sociedades".