Lula confirma su candidatura a la presidencia de Brasil mientras lidera las encuestas con más del 43%

Luiz Inácio Lula da Silva será candidato a la presidencia de Brasil. Después de meses de especulaciones, el expresidente confirmó el martes que inscribirá el 7 de mayo su candidatura para disputar las presidenciales del 2 de octubre, momento en el que también los brasileños elegirán gobernadores, senadores y diputados. La segunda vuelta está prevista para el 30 de octubre.

"Estoy acostumbrado a participar en las elecciones. No me ilusiono ni me entristezco con las encuestas. Creo que tenemos un buen historial de gobiernos.

Tendré el lanzamiento de mi precandidatura el 7 de mayo y después quiero recorrer Brasil", publicó el expresidente.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) confirma de esta manera lo que parecía un hecho después de la decisión del Supremo Tribunal Federal de permitirle recuperar los derechos políticos, tras la anulación de las condenas por la Operación Lava Jato que lo llevaron 580 días en prisión.

El candidato a vicepresidente será Geraldo Alckmin, histórico adversario político de Lula, dirigente de la centro derecha brasileña, candidato en 2006 a la presidencia de Brasil por el tradicional Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) de Fernando Henrique Cardoso.

Alckmin gobernó el estado de San Pablo en dos oportunidades (2001-2006, 2011-2018) y es la apuesta de Lula para ampliar su base electoral hacia la centro derecha a riesgo de alejar a los sectores de izquierda. "Nuestra voluntad es reconstruir Brasil. De ahora en adelante es el compañero Alckmin y el compañero Lula", dijo el expresidente, el 8 de abril, sellando así el acuerdo electoral que tiene como principal objetivo evitar un nuevo gobierno de Bolsonaro.

Hasta el momento, Luiz Inácio Lula da Silva lidera todas las encuestas con una intensión de voto del 43% en primera vuelta, según los últimos datos de Datafolha del 24 de marzo. Entre los habitantes del Nordeste brasileño, la región más pobre del país, el porcentaje trepa al 55% mientras que entre los empresarios brasileños baja al 22%.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no logra alcanzar a Lula pero recupera aliento en la carrera hacia el Planalto. En las últimas semanas, Bolsonaro consiguió un respaldo del 26% mientras que en diciembre no superaba el 22%, según Datafolha.

Entre las variables que pueden haber ayudado al presidente está la salida de la pandemia y los efectos del programa de asistencia social entre los más pobres. Pero también, el paso al costado del exjuez y exministro de Justicia de Bolsonaro, Sergio Moro.

En un escenario donde no compite Moro, Bolsonaro llega al 30% en intención de voto ante el 44% de Lula, según datos de la encuestadora XP/Ipespe, divulgada el 6 de abril, la primera sin el exjuez en la competencia. Para algunas consultoras, Lula podría vencer a Bolsonaro en una segunda vuelta por una diferencia de entre 15 a 17 puntos porcentuales.

Bolsonaro mientras tanto calienta la pelea electoral inaugurando un cruce en contra de WhatsApp y la Justicia Electoral después de que la empresa coordinara con la institución pública postergar el lanzamiento de un nuevo servicio de mensajería para evitar contribuir a la divulgación de noticias falsas, práctica que marcó el pulso de la campaña de 2018 entre los seguidores del presidente.

El panorama es oscuro para los candidatos que escapan a la pelea Lula-Bolsonaro. Ya son cinco los que confirmaron que buscará llegar a la segunda vuelta. La alianza Unión Brasil es el última en confirmar a su candidato, será el diputado Luciano Bivar, que hasta el año pasado lideraba el Partido Social Liberal (PSL) -que en 2018 llevó a Bolsonaro como candidato a la presidencia- en alianza con el partido Demócratas (DEM).

Bivar llega después de la baja de Moro, quien se había afiliado al PSL en marzo después de abandonar al conservador Podemos, para unirse a Unión Brasil. Antes de su baja, a fines de marzo, Moro no superaba los ocho puntos en intención de votos.

El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el tradicional espacio de la centro derecha brasileña, llevará al empresario y exgobernador de San Pablo, Joao Doria, aunque las encuestan lo ubican con un bajísimo 2%.

Por otra parte, Ciro Gomes, candidato moderado de la centro izquierda, exgobernador de Ceará, el tercero más votado en las presidenciales de 2018, intenta con poco éxito conquistar al electorado progresista pero anti-PT. Sin embargo, los exiguos seis puntos que le dan las encuestas amenazan con dejarlo fuera de carrera. Más que pelear por los votos de Lula, la clave de las terceras y cuartas fuerzas será conquistar a los indecisos que representan cerca del 15% de los brasileños.