Las tensiones entre los socialistas y el partido de Mélenchon frenan una coalición de izquierdas en Francia

Los desacuerdos "de fondo" sobre la UE y la reforma de las pensiones entre el Partido Socialista (PS) y la Francia Insumisa (LFI) frenan, de momento, la formación de una coalición de izquierdas para las legislativas francesas de mediados de junio. Mientras que un pacto entre el partido de Jean-Luc Mélenchon y los ecologistas está "a la vista", el acuerdo con el PS se encuentra en punto muerto. Los negociadores socialistas y de LFI han suspendido este viernes las conversaciones, en principio sin una fecha determinada, y en declaraciones a Efe, fuentes del partido de Mélenchon han señalado que "no hay nada previsto" para el sábado.

La relación con la UE, pues el partido de Mélenchon aboga por "una desobediencia" a las reglas con carga antisocial, y la velocidad en la reforma de pensiones son el trasfondo de unas discrepancias ya expresadas por barones del Partido Socialista, como el expresidente francés François Hollande, y la alcaldesa de París Anne Hidalgo, que fracasó en las pasadas elecciones presidenciales, en las que obtuvo menos del 2% de los votos.

La Francia Insumisa, cuyo líder es ahora una figura dominante de la izquierda gracias a su resultado en primera vuelta de las presidenciales de abril (en la que quedó en tercer lugar con el 22 % de los votos), también negocia con los comunistas, aunque con pocos avances. De momento, el único partido con el que LFI ha logrado un acuerdo ha sido Générations, la pequeña formación ecologista del antiguo candidato socialista de 2017, Benoît Hamon.

El proyecto de una candidatura de izquierdas para las legislativas podría reunir en torno al 30% del electorado y hacer de contrapeso al centrista La República en Marcha (LREM), el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, que en la anterior legislatura contó en el Parlamento una amplia mayoría.

La Francia Insumisa está interesada en sumar al Partido Socialista a la coalición de izquierdas porque es el partido progresista con más implantación en Francia, con 28 diputados, y controla un buen número de alcaldías y regiones. Debido al sistema electoral francés –basado en el sistema mayoritario a dos vueltas–, la dispersión de voto se castiga. La Asamblea Nacional francesa tiene 577 diputados, uno por cada circunscripción.