La confianza de los consumidores en la economía brasileña avanzó 2,7 puntos en diciembre hasta los 91,6 puntos, lo que supone el nivel más alto desde febrero, informó este viernes el centro de estudios económicos Fundación Getúlio Vargas (FGV).

Pese al aumento de la confianza en diciembre, el resultado acumulado anual del Índice de Confianza del Consumidor fue negativo, con el indicador cayendo 1,4 puntos con respecto a diciembre de 2018, cuando se situó en 93 unidades, en una escala de 0 a 200.

"Eso significa que, pese a la recuperación gradual de la economía, la incertidumbre trajo un efecto reductor en las expectativas para las familias brasileñas", destacó la encargada del estudio de la FGV, Viviane Seda Bittencourt.

Sin embargo, en diciembre, tanto las percepciones sobre la situación actual de la economía brasileña como las expectativas acerca de los próximos meses han registrado mejoras.

La percepción de los brasileños con relación a la situación actual de la mayor economía de Sudamérica creció 1,5 puntos, hasta las 80 unidades, el mayor nivel desde enero de 2015 ((81,8 puntos).

El indicador que mide las expectativas de los consumidores con respecto a los próximos meses registró una subida de 3,3 puntos y se ubicó en 100,2, considerado como una "zona de neutralidad" ya que el umbral de los 100 enteros marca la diferencia entre una percepción negativa y positiva de la economía del país.

No obstante, la satisfacción de los brasileños con la situación económica actual cayó 0,8 puntos, hasta las 83,4 unidades.

De acuerdo a la coordinadora de la investigación, los resultados de diciembre fueron influenciados por factores "pasajeros", como la posibilidad de retirada de recursos del llamado Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio (FGTS), al que hasta entonces solo se podía acceder en caso de despido o de necesidad para compra de vivienda.

"El efecto del FGTS será pasajero, por tanto, en 2020, un retorno consistente del optimismo de los consumidores continuará dependiendo de una evolución más robusta del mercado de trabajo", indicó Bittencourt.

Brasil todavía se recupera de la dura recesión económica que vivió entre 2015 y 2016, cuando su Producto Interior Bruto (PIB) se desplomó siete puntos porcentuales.

En los dos últimos años, el país ha iniciado una lenta y gradual recuperación, registrando tímidos crecimientos de un 1 % tanto en 2017 como en 2018.

Para este año, el mercado financiero y el Gobierno prevén un crecimiento del PIB similar, también en torno al 1 %.