María Fernanda Ampuero (Guayaquil, Ecuador, 1976) escribe historias que dan asco y horror. Su decir incomoda y daña. Sus niñas “comen abismos”. En sus escenas, sostenidas siempre por un lenguaje lírico de metáforas salvajes, no esquiva lo escatológico ni lo putrefacto. Sus escenarios son subastas humanas, cementerios de pobres, un centro comercial donde se suicida “una gorda”. Sin embargo, ella misma de cerca parece conjurar toda esa oscuridad con una ligereza desarmante: “De adolescente me decían que parecía emo, pero mi estilo es más bien el de Elton John.