Las protestas del campo han devenido en una crisis por ver quién representa a los agricultores y ganaderos. El motivo: el plan de 43 medidas que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación presentó después de Semana Santa a las asociaciones que canalizan los intereses del sector primario y que han roto su unidad de acción. Dos de ellas ya han sellado un acuerdo con el ministro Luis Planas. Se trata, por un lado, de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), con un perfil más progresista. Por otro, la Unión de Uniones, que ha tenido su propio calendario de protestas y que, hasta este acuerdo, no estaba reconocida como un interlocutor oficial con la capacidad de sentarse a la mesa con el ministro.