El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, agradeció este sábado al rey de España, Felipe VI, su visita a Montevideo para estar presente en la ceremonia del relevo presidencial y sostuvieron una reunión junto a otros representantes de ambos países.

Lacalle, quien el domingo tomará posesión de su cargo, invitó al rey a su residencia particular en la urbanización Los Altos de La Tahona, a las afueras de la capital uruguaya.

Antes de compartir un almuerzo en esa residencia, le recibió en un centro de ocio de esta urbanización y mantuvieron una reunión junto a otros representantes de ambos países.

El rey estuvo acompañado por la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, y Lacalle por quien será su ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi.

De forma previa a la llegada del rey, el presidente electo uruguayo manifestó a los periodistas que la presencia del monarca en su toma de posesión supone para él un respaldo muy importante.

Añadió que las relaciones entre España y Uruguay son muy buenas, recordó que muchos de los uruguayos tienen raíces españolas y comentó que ya ha coincidido con el rey en varias ocasiones, la primera de ellas en 1990 en Madrid y, después, varias veces en Uruguay y en la ciudad española de Palma en 1994.

Felipe VI va a ser el único jefe de Estado extranjero al que Lacalle invite a reunirse con él antes de su toma de posesión este domingo, un gesto para agradecer personalmente su presencia en la ceremonia de relevo presidencial.

Lacalle comentó a los informadores que le invitó a almorzar "porque la carne uruguaya es la más rica del mundo. Y los vinos también", apostilló.

En concreto, avanzó que iba a agasajar al jefe de Estado español con un menú compuesto de choricitos, entraña, un rack (costillar) de cordero y un asado de tira, y el postre, que no especificó, fue elaborado por una amiga suya.

El presidente electo subrayó que tiene muchos retos por delante e invitó a escuchar sus palabras en su toma de posesión para concretar cuáles serán sus prioridades.

Numerosos vecinos de la urbanización se congregaron en el centro de ocio en el que tuvo lugar la reunión para recibir a sus protagonistas y vitorearles.

La reunión previa al almuerzo entre el rey y Lacalle duró casi media hora, y, a su término, ambos saludaron a las personas que seguían esperándoles antes de trasladarse a la residencia del presidente electo.

Lo hicieron en un vehículo que condujo quien se convertirá mañana en presidente de Uruguay y con el rey en el asiento del copiloto.