El expresidente uruguayo José Mujica ha rechazado este martes el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, pero también las sanciones económicas impuestas a este país por Estados Unidos, unas medidas que, según su criterio, perjudican al pueblo y no favorecen una solución dialogada.

El exmandatario, quien recibe este miércoles en Valencia el Premio Derechos Humanos 2019 concedido por la Fundación por la Justicia y por el Consejo Valenciano de Colegios de Abogados, ha ofrecido una rueda de prensa donde ha declarado: "No estoy de acuerdo con Maduro, y no estoy de acuerdo con la manera en que quiere el mundo solucionar el problema de Venezuela".

"Hay que ayudar en todo lo posible a que tengan una salida. Y no creo que se esté tan lejos de que sea posible; no voy a decir más, pero no creo que sea un imposible que se logre un grado de negociación entre las fuerzas que están en disputa en Venezuela que le pueda dar una salida institucional decorosa a ese pueblo martirizado", ha señalado Mujica.

El político izquierdista, que no ha querido pronunciarse sobre aspectos concretos de la actualidad española ("¿quién soy yo para dar consejos al presidente o a Pablo Iglesias?", se ha preguntado), se ha referido a Venezuela a preguntas de los periodistas.

"Conocí a Chávez y fui su amigo, era un poeta y un soñador. Discrepo del rumbo que se tomó en Venezuela, pero también de las sanciones económicas" impuestas a este país como forma de presión contra el régimen de Maduro, ha señalado en alusión a Estados Unidos.

"Las sanciones económicas las pagan los pueblos, que son los que pasan hambre. Terminan perjudicando precisamente a los más humildes", ha lamentado.

El estadista latinoamericano no ha querido responder directamente a una pregunta sobre el independentismo catalán, la condena para los protagonistas del procès y las relaciones del Gobierno central con ERC, pero sí ha ensalzado el proyecto europeo frente a un recrudecimiento, el de los nacionalismos, que a su juicio expresa la frustración de las clases medias.

"Cuando los pueblos dejan la pobreza absoluta pierden la resistencia", ha señalado antes de apuntar que la emergencia de los nacionalismos es algo propio de "un pueblo que ya no es pobre, pero quiere ser más rico y no puede". "Desde nuestra América hay ciertas preocupaciones que nos parecen de ricos", ha concluido a este respecto.

José Mujica ha expresado una especial preocupación por la posibilidad cierta de lo que ha denominado "un holocausto ecológico".

"Sabemos, por ejemplo, que estamos llenando el agua de microplásticos. Y se puede vivir sin plásticos, pero no somos capaces de enfrentar los intereses que lo impiden". Es decir, "estamos cometiendo errores graves pero no somos capaces de enmendarlos", según el presidente de Uruguay de 2010 a 2015.

"Nuestra civilización es maravillosa", pero más lo es "el milagro de la vida", ha señalado antes de apuntar que es precisamente la vida "lo que está en juego. Va a ser una lucha muy larga, pero podemos revertir este proceso. Depende de la gente", ha concluido, no sin antes hacer un llamamiento al compromiso por un mundo mejor como forma de darle sentido a la propia existencia.