La Unión Europea celebró este martes la confirmación del nuevo Gobierno de Kosovo en su Parlamento y confió en que ese paso le permita "intensificar" el diálogo y la cooperación con la antigua provincia serbia.

"Con el nuevo Gobierno en el poder, espero intensificar nuestras discusiones y la cooperación sobre las relaciones entre la Unión Europea y Kosovo, sobre reformas y el diálogo facilitado por la UE" para normalizar las relaciones entre Pristina y Belgrado, indicó el alto representante comunitario para la Política Exterior, Josep Borrell, en una declaración en nombre de los Veintisiete.

Borrell aseguró que la UE "sigue comprometida en trabajar con las instituciones y el pueblo de Kosovo para avanzar hacia el camino europeo".

El Parlamento de Kosovo dio este lunes su visto bueno al nuevo Gobierno formado por el partido nacionalista de izquierdas Vetëvendosje (Autodeterminación), liderado por el nuevo primer ministro, Albin Kurti, y por la conservadora Liga Democrática de Kosovo (LDK).

El nuevo Ejecutivo kosovar, que además del primer ministro tiene quince carteras, obtuvo el apoyo de 66 diputados en una cámara de 120 escaños.

Borrell destacó que "queda mucho trabajo por delante" para que el nuevo Gobierno implemente las provisiones del acuerdo de estabilización y asociación y la agenda europea de reformas, y afirmó que "se debe reforzar la cooperación regional, así como las buenas relaciones de vecindad".

En ese contexto, señaló que la UE espera una "pronta reanudación" del diálogo que facilita entre Kosovo y Serbia para "ayudar a lograr una normalización integral de las relaciones".

"El actual 'statu quo' no es sostenible. No hay alternativa a la rápida reanudación de las conversaciones de normalización entre Belgrado y Pristina", enfatizó Borrell.

Al mismo tiempo, consideró que es necesario "ver una implicación renovada de Kosovo en las iniciativas y estructuras de cooperación regionales" por su propio beneficio.

"Los desafíos que afronta Kosovo son significativos, pero también lo es el potencial de Kosovo", recalcó, y garantizó que la UE sigue dispuesta a dar apoyo a su agenda europea de reformas y al "Estado de derecho para todos, mejorando la administración pública para dar a la población los servicios que merecen y crear empleos y crecimiento".

La negociación para mejorar las relaciones entre Kosovo y Serbia es un proceso amparado por UE, pero está paralizado desde hace un año por la decisión del dimisionario primer ministro kosovar y excomandante guerrillero Ramush Haradinaj de imponer un arancel del 100 % a la importación de productos serbios.

Kosovo, poblado mayoritariamente por personas de etnia albanesa, proclamó en 2008 su independencia de Serbia, que sigue sin reconocerla, pero que ha sido apoyada por unos cien países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de los socios de la Unión Europea, aunque no por España, ni tampoco por Rusia y China.