El primer ministro británico arremete en el congreso del Partido Laborista contra "la fantasía del populismo" y pide a las comunidades que acepten la construcción de nuevas cárceles o la instalación de tendido eléctrico
Nuevas ciudades: la receta de la posguerra que el nuevo Gobierno británico intenta resucitar contra la escasez de vivienda
En su primer discurso ante el congreso del Partido Laborista como primer ministro, Keir Starmer anticipó este martes que tendrá que tomar “decisiones impopulares” en los próximos meses por el estado de los servicios públicos y el estancamiento del país, pero con la promesa de una mejoría, que describió como “luz al final del túnel” y la demostración de que “la política puede ser una fuerza para el bien”.