Reconvertir la UE en un espacio altamente productivo y competitivo, como aconsejan los ex italianos Mario Draghi y Enrico Letta, exige seguridad económica, pero ¿cómo abordar esta desescalada en un mundo con elevada tensión geopolítica y financiera?
Europa gana el pulso competitivo a EEUU por el capital tecnológico en energías renovables
Reconfigurar la economía europea puede llevar al mercado interior a la hegemonía tecnológica y la vanguardia sostenible del planeta o le puede hacer caer en El Mito de Sísifo, de Albert Camus: condenar a su vetusto modelo productivo a empujar un peñasco hasta la cima de una gigantesca montaña para volver a caer rodando hasta el valle, y emprender eternamente este esfuerzo en vano.