Es la crónica de un crecimiento y de una vertiginosa caída. Número dos europeo en el sector de los servicios digitales, el grupo Atos alcanzó en 2017 un valor en bolsa de más de 11.000 millones de euros. Este mes se ha visto obligado a presentar un plan de reducción de deuda en el que estima que necesita 600 millones de euros para asegurar sus actividades inmediatas. Ese deterioro de la situación de Atos no es imputable a dificultades de su sector o a ataques externos, sino que la mayoría de observadores lo achaca a una inestabilidad en la dirección y la sucesión de malas decisiones tomadas en un momento en que los cambios tecnológicos imponían un nuevo modelo.