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El portero del Celta salva a su equipo de una derrota merecida en el Wanda Metropolitano.Consulta la clasificación de Primera División.

Rubén Blanco

El Atlético de Madrid selló ante el Celta su tercer partido seguido sin ganar. Tras la derrota en Anoeta y el empate frente a la Juventus, no pudo pasar del 0-0 en un partido en el que mereció claramente la victoria. Lo impidió, fundamentalmente, Rubén Blanco, que respondió con acierto todas las veces que se lo exigieron. Y fueron muchas.

Simeone dejó en el banquillo a Thomas y Vitolo, pese a sus recientes buenas actuaciones. Ante una semana con tres jornadas de Liga, el técnico volvió a dar minutos al mexicano Herrera y optó por Correa en punta.

El argentino no tuvo su día.

En el arranque de partido, el control del juego pertenecía más al Celta, pero el peligro sólo lo ponía el Atlético. Nada más comenzar, Rubén supo que iba a tener trabajo. También dejó claro que iba a resolverlo con acierto. Se estrenó con un cabezazo a bocajarro de Felipe, durísimo, que salvó metiendo la mano con igual firmeza. El portero gallego se lució también a zurdazo de Lodi, que desvió, y con un remate de Joao Félix.

El descanso sentó bien al Atlético, que volvió de la caseta con más fuerza y una ocasión de Joao Félix. Koke, desde lejos, volvió a sacar lo mejor de Rubén. El ataque rojiblanco cogió ritmo y las llegadas al área rival eran cada vez más frecuentes. Diego Costa reclamó penalti cuando acudió a boca de gol para rematar un servicio de Lodi.

Con 0-0, Simeone dio entrada a Morata en lugar de Joao Félix, desaparecido un día más. Poco antes, Vitolo había reemplazado a Correa y Thomas a Herrera. El Atlético siguió apretando. El Celta seguía sin producir ocasiones y apenas pisaba el campo rival. Lodi, con otro centro chut, estuvo a punto de derribar al fin la resistencia celeste. Pero no era el día.