El portero titula su carta para The Players Tribune "Carta para un joven yo".

Tras una breve introducción, empieza 'dándole un palo' al Buffon de 17 años, y cuenta que la noche antes de debutar con el Parma salió de fiesta y terminó en un coche de policía. Buffon habla de sus primeros tiempos como portero como una paradoja.

"Por un lado, un portero necesita confianza. Necesita ser audaz. Si le das a un entrenador a elegir entre el portero más técnico o el más audaz, te garantizo que elegirá al maldito audaz una y otra vez. Por otro, una persona audaz puede olvidarse de que tiene mente. Si vives de forma nihilista, fijándote solo en el fútbol, tu alma empezará a cambiar. Al final estarás tan deprimido que ya no tendrás ganas de levantarte de la cama"

Además hace un especial hincapié en lo fácil que puede ser caer en depresión en la carrera de un futbolista y lo ilógico que parece."Una mañana, te levantas de la cama para ir a entrenar y tus piernas comenzarán a temblar sin control. Te sentirás tan débil que no podrás conducir tu coche. Al principio pensarás que es solo fatiga o un virus. Pero luego empeorará. Y todo lo que querrás hacer es dormir. En el entrenamiento, cada parada será un esfuerzo titánico. Durante siete meses, tendrá dificultades para encontrar alegría en la vida. En este momento, debemos parar. [...] Pensarás: 'cómo es posible? soy una persona feliz. Soy un lider innato. Si soy el portero de la Juventus y estoy ganando millones, tengo que ser feliz. Es imposible estar deprimido'".

Por eso, Gigi enfatiza en la importancia de ser y sentirse un hombre normal y de lo positivo que son los errores en la vida. “Pero los errores son importantes porque te recuerdan que eres humano. Te recordarán que no sabes nada, amigo mío. Es importante porque el mundo del fútbol tratará de convencerte de que eres especial, pero acuérdate de que no eres distinto con respecto al hombre del bar o al electricista, de los que eres amigo”.