Para Innerarity, algo hemos aprendido de las crisis anteriores. Concretamente señalaba que en la crisis financiera de 2008, "se interpretó que todo se debía a errores individuales". En esta ocasión, sin embargo, "hemos mancomunado" la crisis, algo que ve "correcto como diseño".
Sobre la preocupación por los autoritarismos y su auge en torno a la pandemia, el filósofo señala que no le preocupa especialmente, porque si bien "el que era autoritario ha encontrado motivos para reforzar su autoritarismo, como China o Hungría", no cree que sea cierto lo que señalan algunos de sus colegas pensadores al afirmar que "vivimos en un estado de excepción permanente". "No, los regímenes de estado alarma en algunos países están muy regulados, supeditados a la consecución de un objetivo", afirmaba. Así Innererity ponía de ejemplo la "doble demanda contradictoria que se le hace a la democracia": "son sistemas muy autoritarios y a la vez débiles para gestionar la crisis", una crítica que aquí en España han estado enviando al gobierno "varios líderes de la oposición".
Como ejemplo de que al autoritarismo no le ha ido muy bien con la pandemia ha puesto a Donald Trump: "El virus le ha hecho perder las elecciones, sin virus hubiera ganado y por mucho". Para Innererity esto se debe a que el combate contra el virus "pone en valor tres cosas que el populismo desprecia: la ciencia, la realidad institucional y la comunidad".
Preguntado por una de nuestras socias sobre el peso de las fake news en esta crisis, ha resaltado que esto es precisamente lo más novedoso. "Esta epidemia ha sido muy atávica, muy antigua. Lo de cerrar espacios, las murallas.. es más viejo que la sal. Lo que es moderno o postmoderno es el entorno informativo: post verdad, desinformación, cacofonía de expertos... Esto es lo que le da su principal novedad y la hace especialmente difícil de gestionar".
Innererity continuaba reflexionando sobre el big data y la utilización de aplicaciones o datos para gestionar la pandemia y aseguraba al respecto que "el capitalismo de vigilancia está sobrevalorado". "Creo que el sistema ha convertido gravísimos fallos de análisis de la realidad social", añadía, asegurando que a pesar de que "esta ha sido la primera gran crisis en un mundo de datos", se han cometido "errores garrafales". Como ejemplo señalaba que "los grupos más vulnerables son los que no estaban en el radar, los que no tienen teléfono móvil, los temporeros, los migrantes, la gente hacinada, la gente mayor en las residencias... " El filósofo añadía que hoy en día "estamos pensando en términos de mayorías y deberíamos pensar en personas, grupos y gente vulnerable y eso los big data no lo están haciendo". "Ojalá el capitalismo vigilara más", apostillaba.
El filósofo vasco se ha referido también a la actualidad política y al papel que Bildu está teniendo en democracia. Innererity ha recordado que en sus tiempos universitarios vio a compañeros "entrando en ETA". "Si en esos momentos a mí me dicen que la izquierda abertzale iba a acabar celebrando su incapacidad para influir en unos presupuestos no me lo hubiera creído", ha asegurado.
Desde su punto de vista, "esto dice mucho de la capacidad del sistema político de integrar" y ha señalado sobre la polémica que rodea a Bildu que cree que hay dos extremos. Por un lado, "la gente abertzale celebrando que han ganado no se qué batalla, cuando es evidente que desde el punto de vista político no han conseguido nada. Y en el otro extremo, "una parte de las asociaciones de víctimas que creen que han sido derrotados porque la izquierda abertzale está en las instituciones".
Preguntado sobre si cree que Bildu debería desmarcarse más del pasado, el filósofo ha respondido afirmativamente: "Creo que Bildu debería completar un recorrido. El que ha hecho le ha bastado para salvar el escollo de la ley de partidos, pero no le ha otorgado una plena fiabilidad a la hora de ser socios de Gobierno. Si dieran mas pasos, harían lo que tienen que hacer y darían mas juego en la política del que actualmente tienen."