No es la primera vez que pone voz a un texto, pero en esta ocasión ha sido diferente: "Había leído ya mi libro Cartas de amor y desamor, y grabado otros textos breves, pero nunca uno tan largo. Y aún después de haber corregido el texto y depurado de errores lo que leería, aún corregía sobre la marcha en la grabación. Me he divertido mucho, sin duda", cuenta a elDiario.es. Afirma que le gusta que sus libros puedan escucharse además de leerse y se define como "una conocida y entusiasta defensora de la literatura en todos los formatos posibles. Para todas las generaciones, y con contenidos de la mayor calidad".
Para escribir Querida Jane, querida Charlotte, Freire se trasladó al lugar donde transcurre la acción. "Viajé a la tierra de Jane Austen, a las ciudades en las que vivió y en las distintas casas. En Hampshire, Bath… Después subo a York para recorrer, de una manera más breve e íntima, la casa de las Brontë. Se trata de un viaje real que llevé a cabo cuando era veinteañera y que después he repetido en infinidad de ocasiones sola, con prensa, con amigos y con lectores. Intento comprender qué misterio hubo en ellas para crear estas historias. Qué de todo lo inexplicable que las rodea podemos entender en su entorno", aclara.
Es un recorrido con numerosas paradas. Jane Austen vivió durante su infancia y primera juventud en un pueblo llamado Steventon, situado en el norte de Hampshire. Posteriormente, la familia se mudó a Bath, en Somerset, una ciudad conocida por su balneario (y que olía a huevos podridos, según ella). Allí se celebra cada año el Festival de Jane Austen [la edición 2020 se suspendió por la pandemia], en donde los participantes se visten con trajes propios de la época de la autora y se realizan diversas actividades como bailes, conciertos y recreaciones. La escritora vivió también en Chawton y en Winchester, donde murió a los 42 años y está enterrada.
La vida de las tres hermanas Brönte –Charlotte, Anne y Emily– empezó y terminó en el condado de Yorkshire. El padre fue rector de Haworth, el pueblo que sirvió de escenario para sus novelas de páramos tormentosos. Charlotte y Emily vivieron durante una temporada en un internado de Bruselas, pero tuvieron que volver al morir su tía. Ambas están enterradas en Haworth, mientras que la tumba de Anne está en Scarborough, un pueblo de la costa del mar del Norte.
Freire se declara una apasionada lectora y estudiosa tanto de las hermanas Brönte como de Jane Austen. Les ha dedicado libros, artículos, conferencias, viajes y estudios, pero comenta que con este libro sucede algo especial. "Apareció muy pronto, antes de que la fiebre por Jane Austen llegara a España, y durante años ha estado agotado. Por suerte, los lectores no han dejado de pedirme que lo reeditara. Me pareció una idea preciosa que ahora llegara en formato audiolibro. Que acompañara, literalmente, a los lectores en su quehacer diario. Es un libro ágil y muy directo", sostiene.
Su fascinación por estas autoras parte de sus obras, por supuesto, pero también de lo que fueron como personas, algo que también se percibe en sus libros. "Fueron grandes genios literarios, mujeres empobrecidas, solteras (salvo, brevemente, Charlotte), brillantes, profundamente inteligentes y perceptivas. Entendieron lo que no tuvieron ocasión de vivir, intuyeron otras vidas y supusieron un grito de rebeldía en dos sociedades (la de la Regencia y la Victoriana) enormemente ricas y complejas y al mismo tiempo muy restrictivas".
Aunque Jane Austen no era una desconocida de la literatura precisamente, como comenta Freire el interés por su vida y su obra ha crecido notablemente en los últimos años. Reediciones, análisis con perspectiva de género y su influencia en la cultura pop, memes en redes sociales y nuevas adaptaciones audiovisuales de sus novelas –la última de Emma, dirigida por Autumn de Wilde y protagonizada por Anya Taylor-Joy– han sido algunos de los frutos de esa fiebre austiniana. Y, por supuesto, todos los productos de merchandising propios del momento como tazas, camisetas y bolsas de tela.
Para Espido Freire esta pasión por la escritora británica –que también se da por las Brönte y por su casi contemporánea estadounidense, Louise May Alcott a raíz de la última adaptación al cine de Mujercitas– se debe a tres factores. "Por un lado, a la reivindicación de las autoras mujeres que se ha producido: las voces femeninas interesan como pocas veces antes. Por otro lado, conocer una de sus novelas lleva al interés por las demás. No son muchas (una docena entre las cuatro autoras) pero nos inician en un mundo inagotable. Por otro lado, muchas autoras y asociaciones hemos iniciado una incansable labor de reivindicación y divulgación de estas y otras escritoras, y ahora se recogen los frutos", afirma.
Con todo el contenido que se ha generado alrededor de las obras y la figura de estas escritoras, cada vez es más difícil aportar algo novedoso o significativo. A la autora y narradora le gustaría que su audiolibro supusiera a los oyentes "un acercamiento a ellas y a su obra amplio y respetuoso a quienes no las conozcan". Asimismo, afirma que a quienes las conozcan "las lleva a su intimidad, a sus lugares y sus habitaciones. Por otro lado, mi propia voz les guía en ese camino. Es una visión profundamente personal, pero me avala la gran demanda previa que ha tenido".
Su objetivo es transmitirle al público la idea de que "los genios no surgen de la nada, que gran parte de los mitos sobre estas escritoras son erróneos". "Que nada más lejos que una imagen aniñada, fatua o superficial en Austen, o de intensidad sin causa y desgarro desaforado en las Brontë. Cada una de ellas defendió su camino, sus lecturas, sus influencias y su estilo, su mirada del mundo. Para muchas autoras han sido un referente y un ejemplo; para infinidad de lectoras también. Sepamos un poco más de ellas".