El Mapa de Creadoras de la Historia de la Música nos cuenta otras más de 500 historias de mujeres compositoras: poco conocidas, ausentes en libros de texto, así como escasamente programadas. La profesora de música Sakira Ventura está detrás del proyecto y asegura: “Muchísimas de ellas no tuvieron la relevancia que se merecían por el simple hecho de ser mujeres, aún teniendo la misma calidad compositiva que otros compañeros".

Clara Wieck, por ejemplo, ha pasado a la historia por ser la mujer de Robert Schumann, y no por ser una de las pianistas más importantes de su tiempo y una compositora maravillosa”. Estos días ella ha recibido una avalancha de vítores (y visitas a la web) como respuesta al artículo que The Guardian dedica a su trabajo

La musicóloga lleva desde el estado de alarma (marzo, 2020) documentándose en "bibliografía publicada sobre musicología feminista" para llenar los huecos de la herstory de la música. Dice que la primera compositora que subió a la web fue Francesca Caccini, italiana del barroco temprano, considerada la primera mujer en componer una ópera. La última que ha agregado ha sido Dolores Sendra, música alicantina fallecida en 2019.

"Si las mujeres han compuesto menos que los hombres es porque durante siglos les han hecho creer que la música debía ser un hobbie para ellas, una actividad alejada del ámbito profesional". Y, dentro del espacio de ocio, "se consideraba que solo estaban preparadas para interpretar partituras, no para llevar a cabo actividades de raciocinio y complicación técnica como la composición musical".

"Existe un prejuicio de género machista entre los que han escrito la historia de la música desde tiempo inmemorial. Se ha concebido que el talento compositor está en el hombre y que es imposible que esté en la mujer", sostiene Ruben López-Cano, musicólogo y profesor de la ESMUC (Escola Superior de Música de Catalunya). "Tenemos el caso de Francesca Caccini, que en vida tuvo éxito y reconocimiento (Siglo XVII) tanto en su natal Florencia como en la corte de Luis XIV en Francia; pero que fue sistemáticamente ignorada por la historia de la música en favor de su padre, Guglio Caccini".

También hay otras razones en la ausencia de mujeres compositoras, advierte López Cano: "Una de ellas es por dónde comenzaron a investigar los historiadores de la música. Se ocuparon mucho de los maestros de capilla, es decir, de los jefes de la música de las grandes catedrales. Estos componían, dirigían la música en los servicios religiosos y, además, se encargaban de la educación musical de los niños". Prosigue: "En general, las escenas musicales donde se ha concentrado la historia de la música son los lugares de poder: maestros de capilla o directores de música de las grandes casas reales. Y esos puestos fueron ocupados por hombres. Pero, desde la Edad Media, hay otras escenas musicales domésticas, de cámara, de otro tipo de servicios en los que las mujeres ocupaban un lugar muy importante". Así que,  por ejemplo, "si en lugar de buscar en las grandes catedrales se indaga en los conventos, entonces comienzan a salir un montón de compositoras".

"Supongamos que un noble tuviera esclavas o criadas que hacían música, su principal función no era esa, así que en las fuentes documentales no aparecen como compositoras", explica Pilar Ramos, profesora de musicología de la Universidad de la Rioja y autora de Feminismo y Música: Introducción crítica (Narcea, 2003), uno de los libros referencia sobre la cuestión. "Se tienen documentadas mujeres que hacían música en la Casa Ducal de Medina Sidonia en el siglo XVI, pero se conocen pocos detalles porque eran esclavas; y en la corte de Isabel de Valois había meninas y damas de la corte que componían, pero su principal función no era hacer música, sino acompañar a la reina". Mientras los varones eran contratados como músicos de la cámara, y quedan los contratos y los documentos como fuente, las mujeres están en nómina (o esclavas) por otros trabajos.

"Celebro la iniciativa de Sakira Ventura, pero encuentro un fallo: plantear un mapa, que en principio parece interesante, da una idea errónea de que el talento está concentrado en Europa. Parece que en Asia y en África no ha habido mujeres que han creado música, y no es así", afirma la profesora Pilar Ramos, que invita también a descubrir otros proyectos parecidos como la webs de la Asociación de Mujeres en la música, el Archiv Frau und Musik o Femmes compositrices.

Para el profesor de la ESMUC, el prejuicio sigue vigente: "Barbara Strozzi es una compositora del siglo XVII ya canonizada y reconocida. Tan grande como su profesor Cavalli. Actualmente, contamos con especialistas en música antigua que tocan estas músicas. ¿Saben cuántos han dedicado algún disco monográfico a Strozzi? Ninguno: alguna piececita para completar un disco. Pero ni Jordi Savall ni William Christie ni ninguno de los grandes le han dedicado un disco entero a esta maravilla de compositora. Solo grupos menos emblemáticos y reconocidos y, sobre todo, integrados principalmente por mujeres que se dedican a grabar música de mujeres".

En Svmusicology, la web de Sakira Ventura, encontramos también una playlist de Spotify de unas cincuenta horas de música que Sakira Ventura ha armado para representar a casi todas las autoras que pueblan el mapa. "Una niña intérprete decidió donar sus ahorros al mapa con la ilusión de que, el día de mañana, alguien decida crear un recurso similar al mío pero con mujeres intérpretes de su instrumento y que ella aparezca", cuenta Ventura.

Wikimedia España ha organizado una editatón, que finaliza el 31 de agosto, basada en el mapa de creadoras de Sakira Ventura. La profesora añade que "desgraciadamente, no aparece casi ninguna compositora en Wikipedia y es algo que debemos solucionar porque supone el primer contacto real de la sociedad con estas mujeres. La bibliografía que recoge sus vidas y sus obras sigue siendo muy específica, está prácticamente descatalogada y libros tienen precios poco asequibles".