Mientras, su compañero se ha untado adhesivo en una mano y la ha pegado al marco del cuadro, imitando el modus operandi de los activistas de Londres, Potsdam, Roma, Madrid o Barcelona, que también han protestado de forma similar en museos de esas ciudades. "Detened la destrucción de los combustibles fósiles. Nos dirigimos hacia un infierno climático", ha protestado antes de describir las nuevas perforaciones de petróleo y gas como una sentencia de muerte para la humanidad.
Para conseguir sortear los controles de seguridad este martes en Viena, los activistas han aprovechado que con motivo de una festividad regional, la entrada al Leopold era hoy gratuita, gracias, por otro lado, al patrocinio de la petrolera OMV. Pese a los estrictos controles, los activistas han conseguido introducir el líquido en una bolsa de agua caliente, según informa EFE, que recuerda que hace cinco días otros dos activistas del mismo grupo se pegaron con adhesivos a fósiles de dinosaurios del Museo de Historia Natural de Viena, que no resultaron dañados, para criticar la destrucción climática causada por los hidrocarburos.
Tras evaluar el estado del cuadro, el equipo de restauradores del museo ha confirmado que la pintura, protegida por un vidrio de seguridad de más de 200 kilos de peso, no ha resultado dañada. "Los restauradores estuvieron frente al cuadro cinco minutos después del incidente y podemos asegurar que el líquido solo ha salpicado el cristal y no ha dañado la pintura", señaló a EFE el director del museo, Hans Peter Wipplinger.