La presentación de la tercera Bienal ha tenido lugar hoy en el Círculo de Bellas Artes con intervención de Jordi Martí, responsable de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad de la Alcaldía de Barcelona; Inma Aguilar, directora de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y Valerio Rocco, director del Círculo. También han asistido los comisarios del evento Lluis Nacenta, investigador en el espacio de confluencia de la música, el arte, la tecnología y la ciencia, y Elea Giménez, Científica Titular del CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. La Bienal también está comisariada por otros tres investigadores y catedráticos del campo de la ciencia: Helen Cole, Josep Perelló y José Manuel Sánchez Ron.
El director del Círculo ha dado comienzo con una breve explicación acerca del propósito general de esta próxima edición, en la que “todo el Círculo de Bellas Artes estará dedicado durante una semana a las relaciones entre ciencia y ciudad” con una programación que todavía no ha salido a la luz —lo hará en enero— pero de la que sí se han dado algunas pistas, y que se moverá a través de conferencias, debates, exposiciones, ciclos de cine, conciertos, actividades infantiles y hasta paseos por el Madrid científico. La mezcla entre arte, ciencia y tecnología “justifica”, dice Rocco, “que la parte madrileña de la Bienal se haga en el Círculo de Bellas Artes la misma semana de ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en Madrid”, ya que el propósito de la institución cultural es “maximizar los vínculos entre arte y ciencia” y convertirse así “en un referente a nivel nacional” de este conglomerado cultural.
La Bienal Ciudad y Ciencia tendrá doble sede: Madrid y Barcelona. Ya se hizo algo similar con la última Bienal del Pensamiento, que compartió actividades con las otras dos capitales de habla catalana, Valencia y Palma de Mallorca. Esta vez, dice Jordi Martí durante la presentación, ocurre parecido: “Tiene todo el sentido hacerla con Madrid, en primer lugar por el convenio de capitalidad que se consiguió con el Ministerio de Ciencia y el de Cultura, y en segundo lugar porque ambas ciudades en el ámbito científico requieren la mirada de la cooperación, la complicidad, la complementariedad y el trabajo en equipo”. La colaboración “será fácil”, según Martí, gracias a las posibilidades de la comunicación y al traslado de ponentes y participantes de una ciudad a otra, de manera que pueda ofrecerse “la misma actividad o muy similar en dos lugares al mismo tiempo”.
La tercera edición de la Bienal no debe concebirse como dos programas paralelos. Para Inma Aguilar es importante entender el evento “como una burbuja conjunta” que trabaja en lo que es “el único proyecto donde realmente se está conjugando la cultura con la ciencia y el valor de las dos ciudades en diálogo”, dice la directora del FECYT. “Es un programa cultural de ciencia, es decir, aunamos los dos conceptos bajo una misma idea que es la de la apropiación social y ciudadana de todo lo que pase en la Bienal”. La investigadora celebra “la idea de trabajo conjunto, creativo, colaborativo y superestimulante que se da entre Madrid y Barcelona, y entre la cultura y la ciencia”.
"La Bienal explora el concepto de vida, o quizás es mejor llamarlo el concepto de vivir", dice el comisario Lluis Nacenta en la presentación. La idea de vida, dice Nacenta, no debe concebirse en términos abstractos "sino poniendo el foco en los contextos concretos, en las condiciones de posibilidad de esta actividad tan cotidiana y a la vez tan extraordinaria que es la vida". La pregunta principal que se lanza en esta Bienal es la de qué significa vivir en el planeta actualmente y, más concretamente, la de qué significa vivir "en nuestras ciudades". El planteamiento viene de la mano de científicos profesionales pero también de artistas, ciudadanos e investigadores del campo de las ciencias sociales y las humanidades: "Si la ciencia es cultura, que lo es, en el sentido de que interpela a todos los aspectos de nuestra vida, entonces necesitamos aproximarnos a ella también a través de una perspectiva social y ciudadana", dice el comisario de arte. "El vínculo de la ciencia con el arte es más profundo de lo que solemos creer".
Elea Giménez destaca la importancia "de un mismo enfoque" común a la hora de trabajar de cara a la preparación de la Bienal: "un mismo enfoque no solo en la creación de actividades en diferentes formatos que hablen de ciencia, de ciencia para la ciudadanía, sino también en la interdisciplinariedad, en los distintos puntos de vista". La científica quiere hacer énfasis "en la aportación de las humanidades y las ciencias sociales en la resolución de los problemas que todos tenemos por delante: en la resolución de la vida".
En esta semana cultural se hablará "de la ciencia de la vida, pero también de la vida de la ciencia" y se pondrá la mirada en las condiciones de vida y trabajo de las personas que se dedican a la ciencia "en Madrid y en Barcelona, pero también en otros contextos históricos y geográficos", explica Nacenta. Las actividades también se centrarán en la vida de las máquinas bajo la idea de que "los medios digitales ya no son solamente herramientas de las que nos servimos" sino "entidades con las que vivimos".
Otro de los focos de la Bienal tendrá que ver con el acercamiento a un diagnóstico actualizado sobre la situación actual de la salud "en las circunstancias actuales de crisis climática", de la mano del investigador sobre salud planetaria de la Universidad de Harvard, Samuel Myers. También abordarán la cuestión Muki Haklay, profesor de la Universidad de Londres, Lea Shanley, profesora de la Universidad de Berkeley y la artista catalana María Arnal junto al comisario de arte José Luis de Vicente, que presentarán un nuevo capítulo en directo del ensayo sonoro Cada capa de la atmósfera. Un viaje a través de los sonidos del planeta, una investigación en formato podcast sobre las huellas de la crisis climática.
Entre las actividades que ya se conocen programadas en Madrid también está la muestra Som Palavras, el espectáculo Método cardiofónico de Germán Díaz, El tiempo y su magia de Jordi Camí y Miguel Ángel Gea y también la celebración de ConCienciArte, un proyecto cultural con numerosas actividades paralelas en las que este año se incorporan 17 centros educativos.
Para la convergencia de investigaciones, debates y conferencias, la Bienal Ciudad y Ciencia contará con otras ponencias importantes como Marcus A. Watkins, Director de la Oficina de Gestión de la NASA; Eduardo Camacho-Hübner, fundador de IntenCity Sàrl y experto en movilidad y desarrollo sostenible; Mónica Bello, Directora de Arts at CERN dentro del Centro Europeo para la Investigación Nuclear de Ginebra; Rafael Yuste, que analizará las relaciones entre el conocimiento actual del cerebro y la filosofía de Kant y Ricard Solé, físico y biólogo y comisario de la exposición Cerebro(s), que inaugurará próximamente la Fundación Telefónica.