En origen fue una parodia muy personal del wéstern, pero, gradualmente, Calpurnio la convirtió en un contenedor experimental y humorístico en el que cualquier cosa podía pasar: hasta que se pasearan por sus viñetas los miembros de Kraftwerk, o que Cuttlas se hiciera amigo de un alienígena llamado 37.
Calpurnio ha pasado por las revistas de cómic del panorama nacional como El Víbora y Makoki, y ha colaborado en periódicos como El País, Heraldo de Aragón o 20 Minutos.
El Ministerio de Cultura ha publicado un tuit lamentando su fallecimiento con una ilustración realizada por Calpurnio para el año Xacobeo. El dibujante también había diseñado el cartel del Salón del Cómic de Zaragoza, su ciudad natal, que se celebra este fin de semana.