Todos ellos han sido adquiridos para museos de Madrid, como la abrumadora mayoría de objetos adquiridos el año pasado por el Estado.

La inversión total ejecutada por el Ministerio de Cultura a favor de las colecciones públicas el año pasado fue de 6,62 millones de euros. Con esa cantidad, inédita al menos desde 2019, se adquirieron más de 200 obras que pasaron a formar parte de 28 museos: 12 de ellos no están en la capital. Y las 16 instituciones culturales restantes, las madrileñas, tuvieron la fortuna de absorber el 91% del total del presupuesto destinado a la compra de estas piezas que dejaron de ser privadas. Esta cifra también es insólita.

De la inversión de 6.620.286 euros en obras de arte, las instituciones culturales madrileñas fueron favorecidas con adquisiciones que sumaron 5.973.860 euros. La cantidad presupuestada por el Ministerio de Cultura para esta partida se ha visto incrementada de manera sobresaliente. Tanto como la desproporción centralista. En 2021 se pagaron 5,9 millones de euros y las instituciones madrileñas recibieron el 57,5%. En 2020, el 57,2% del dinero fue para Madrid. En 2019, la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio compró obra por valor de 2,9 millones de euros y el 58,6% de la cantidad no salió de Madrid.

La Comunidad privilegiada

Como explican desde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, la desproporción en la inversión también se debe a que “de los 16 museos estatales de gestión directa por parte del Ministerio de Cultura y Deporte, ocho se sitúan en Madrid. Entre ellos, el Museo Nacional de Artes Decorativas, para el que este año han surgido varias oportunidades de adquisiciones relevantes para su colección”.

A pesar de la explicación del Ministerio, esos ocho museos estatales siempre estuvieron en la capital. Lo que ha variado es que, en esta ensalada de cifras, el año de mayor presupuesto para ampliar las colecciones públicas es, a su vez, el año en que menos ha invertido el Estado en ampliar las colecciones públicas de los centros que no están alojados en Madrid. En 2022 los museos no madrileños recibieron menos de 650.000 euros; en 2021, sumaron 2,5 millones de euros; y en 2020, 1,1 millones de euros. Es decir, con menos presupuesto para adquirir bienes, Cultura invertía más en el resto de comunidades autónomas. De hecho, solo el Museo de Artes Decorativas, también en Madrid, recibió en 2022 piezas por valor de 1,2 millones de euros. La cantidad duplica a todo lo invertido en museos de otras comunidades.

En 2022 hay ausencias llamativas como Cataluña, País Vasco, Navarra, Aragón, Canarias o Asturias. Las instituciones de estas comunidades no han recibido inversiones para compra de bienes para sus colecciones. En respuesta a las preguntas de este periódico, la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes justifica esta desproporción: “Los museos gestionados por las diferentes Comunidades Autónomas cuentan con el apoyo de las administraciones autonómicas para el incremento de las colecciones que ellas mismas gestionan”.

A pesar de esta explicación, Cultura destacó en la nota de prensa publicada hace unos días que, entre los 28 centros beneficiados, había seis museos de gestión transferida a las comunidades autónomas. Además, la Comunidad de Madrid también tiene una partida destinada a la compra de arte (únicamente contemporáneo): en 2022 sumaron 500.000 euros, como el año anterior.

Las adquisiciones de bienes culturales se realizan en función de las solicitudes que realizan distintos museos estatales y de las oportunidades que surgen en el mercado. Es decir, por petición del centro público o por voluntad propia del Ministerio. Advierten desde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes que “se priorizan las peticiones de los museos de titularidad estatal”. Pero también los de “gestión directa”.

Aquí encontramos otro aspecto que inclina la balanza hacia a los museos más favorecidos. “Otros museos estatales, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o el Museo Nacional del Prado, aunque también reciban adquisiciones de la Dirección General, cuentan con presupuesto propio para adquisiciones”, señalan desde el Ministerio. Las dos instituciones culturales más subvencionadas al año por el Estado también son las más beneficiadas por la política de adquisiciones: en 2022 el Ministerio de Miquel Iceta ayudó al Prado con 1,3 millones de euros y al Museo Reina Sofía con 1,1 millones de euros.

Desde el Prado indican a este periódico las cantidades invertidas: en 2018, 455.224 euros; en 2019, 519.040; en 2020, 45.116; y en 2021, 1.513.185 euros. El Museo Reina Sofía asegura a elDiario que en 2022 destinó de su propio presupuesto un total de 3.459.815 euros para comprar arte (en su mayoría para pagar la primera partida del Archivo Lafuente). El Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya informa que en 2022 invirtió 216.740 euros en la adquisición de piezas para el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). La dirección del MNAC añade que las últimas obras que ingresaron por compra del Ministerio de Cultura datan de 2011. Entonces, hace 12 años, se depositaron un collage de Miró (en dación en pago de impuestos) dos pinturas de Anglada Camarasa y otra de Ramón Casas. Desde la reapertura del museo, hace 18 años, el Ministerio de Cultura ha aportado seis obras, entre ellas una obra de Picasso, en dación de impuestos.

El Museo de Mallorca fue agraciado con la compra de una cabeza de Augusto, del siglo I a. C., por la que el Estado pagó 250.000 euros. Es la cantidad más alta destinada a un centro no madrileño. Para el Museo Nacional de Artes Decorativas, pagaron 350.000 euros por un reloj de hierro damasquinado de 1863, diseñado por Plácido Zuloaga. Por una pareja de Vanitas, pintadas por Andrés Deleito en el siglo XVIII, para el Museo del Prado, el Ministerio pagó 300.000 euros. La cantidad más alta invertida en 2022 por Cultura fueron 400.000 euros: es la cantidad que costó el lote de 45 pinturas y 75 dibujos del Grupo Trama, con destino al Museo Reina Sofía. Nunca se especifica los beneficiarios de las operaciones.

Para el Museo Arqueológico Nacional (MAN), se compraron cuatro piezas. La más cara fue un lote de loza de Alcora, del siglo XVIII, por el que se pagaron 92.838 euros. La Real Fábrica de loza fina y porcelana de Alcora fue la primera fábrica industrial de cerámica de la provincia de Castellón y cerró en 1945. El preciado lote se quedará en Madrid. Un caso similar es el de Joaquín Sorolla y los seis cuadros adquiridos por el Estado en exclusiva para el Museo Sorolla, en Madrid. El gasto total de estas piezas se eleva a los 492.138 euros. Sin embargo, en el Museo de Bellas Artes de Valencia, museo estatal de gestión transferida y cuya principal figura es el pintor valenciano, no ha sido apoyado. Cultura ha celebrado la compra de esos seis cuadros al Museo Sorolla como anticipo de la celebración en 2023 de los 100 años de la muerte del artista del Mediterráneo.

La política de adquisiciones de bienes artísticos por parte del Estado en el año 2022 tampoco brilló por la presencia de las mujeres artistas. En total se ha comprado obra creada por 12 mujeres. El Ministerio de Cultura invirtió 4,5 millones de euros en comprar obra de 76 hombres artistas y 347.733 euros en la de las 13 mujeres. El resto son obras sin atribución. El Ministerio de Cultura compró para el Museo Reina Sofía, dedicado al arte moderno y contemporáneo, obra de 12 mujeres y casi 310.000 euros, frente a los casi 800.000 euros para la adquisición de obras de más de 40 artistas hombres. Cultura adquirió para el Prado nueve bienes (pintura, escultura, dibujo y obra gráfica) firmados por hombres, por un total de 1,3 millones de euros. Y junto a ellos, la pintura de una artista: María Luisa Puiggener, fechada en 1903, por 12.000 euros.