"Nos preocupa esa franja de la sociedad que todavía no ha hecho de la lectura un hábito", ha reconocido el ministro Miquel Iceta durante el acto, "a pesar de la satisfacción, no podemos dejar de señalar que nuestro objetivo, que es llegar al 100%, no se ha cubierto".
El político ha descrito como "obligación" por parte de la cartera que lidera conseguir mejorar estas cifras, principalmente a través del Plan de Fomento de la Lectura y el Bono Cultural Joven. Sobre el primero, Iceta ha recordado que, de 2021 a 2024, "está dotado de casi 40 millones de euros. En el último año se han dedicado 13,2 millones de euros a políticas de fomento de la lectura". Cuantía que, por el momento, no ha cumplido su objetivo según demuestra el Barómetro.
En relación al rendimiento de la ayuda a los jóvenes, el único resultado que el ministro ha podido avanzar es que "en sus tres meses de vigencia se han gastado 15 millones de euros"; pero todavía no cuentan con la cantidad relativa a los libros. Sobre su funcionamiento de cara al próximo curso, Iceta ha adelantado que esperan "mejorar los canales de comunicación, facilitar su obtención y ampliar el número de lugares y objetos culturales que se puedan adquirir utilizando el bono".
Entre los motivos expuestos por los españoles que no leen nunca destaca la falta de tiempo libre, aunque en menor medida que el año anterior. En comparación con 2021, este porcentaje cae del 49,8% al 44%. Del resto, el 30,6% (que crece en 5,7 puntos) alega que prefiere emplear su tiempo libre en otros entretenimientos distintos a la lectura, como pasear, descansar o ver series y películas; y el 29,3% (que crece también en 4,2 puntos) manifiesta una falta de interés. Por su parte, el 0,9% argumenta que no lee por motivos de vista o salud.
El informe, elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) con el patrocinio de CEDRO y en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte, recoge que el porcentaje de población española que leyó algún libro durante el año pasado, ya fuera por ocio o trabajo, alcanzó el 68,4%. Un 0.5% más que en 2021. Dentro de estos, el 64,8% lo hizo en su tiempo libre, repitiendo la cifra de 2021. Al echar la vista a diez años atrás, desde 2012 este índice ha experimentado una crecida de 5.7 puntos porcentuales. Al centrarse en los lectores recurrentes, la subida es de 5,3 puntos.
Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España ha destacado: "Por primera vez nos estamos poniendo en la media de la Unión Europea, que está en torno al 65% de lectores". El directivo ha apuntado que es un dato sobre el que existe una "leve trampa", ya que "buena parte de los países que se han incorporado recientemente han bajado el promedio". De cara a futuro, ha asegurado que desde la organización pretenden "llegar a unas medias del 75% al 80%".
El informe refleja los altos porcentajes de lectura entre los menores de 18 años, especialmente entre los de entre 10 y 14, que han subido 6,5 puntos porcentuales respecto al curso anterior. El 85,6% de ellos leen en su tiempo libre de forma frecuente (78,2%) u ocasional (7,4%). Entre los jóvenes de entre 15 y 18 años, el promedio alcanza el 79,2% (67,7% lectores frecuentes y 12,2% ocasional).
Dentro de la literatura infantil, un 75,9% de los niños entre 6 y 9 años, leen o alguien de su familia les lee en el hogar, manteniendo prácticamente el porcentaje de 2021. En su caso, crece ligeramente la proporción de los que leen libros de no texto (de un 83,7% a 85,3%). Sin embargo, desciende levemente el tiempo semanal dedicado a la lectura en los más pequeños (de 3 horas y 23 minutos a 2 horas y 48 minutos).
Los datos del Barómetro reflejan otros aspectos sobre el hábito del lector en España como que las mujeres son considerablemente más lectoras que los hombres, un 69,9% frente a un 59,5%. Aunque el porcentaje de lectores en ambos casos han crecido en los últimos diez años (5,8 y 5,5 puntos porcentuales respectivamente), continúan a diez puntos de diferencia. Además, el porcentaje de mujeres lectoras en su tiempo libre es significativamente superior al de los hombres en todos los tramos de edad, especialmente de los 25 a los 34 años.
En cuanto a los niveles de estudio, el 86,5% de los universitarios lee en su tiempo libre. Una marca que desciende al 62,3% entre la población que cuenta con estudios secundarios y al 39% entre los que sólo han cursado primarios. Pese a esas diferencias, el Barómetro subraya que en todos los niveles se observan crecimientos de los índices de lectura, siendo inferiores entre los que tienen estudios secundarios.
Al comparar los resultados entre las diferentes comunidades autónomas, el número de lectores en tiempo libre o bien ha crecido o se ha mantenido estable con respecto a 2021. La media nacional experimenta una subida, pero sigue existiendo desigualdad entre territorios. En lo más alto de la lista se sitúan Madrid (74,2%), Catalunya (68,7%), Navarra (68,2%) y País Vasco (68,2%). En los últimos puestos repiten Castilla-La Mancha (59,6%), Canarias (59,1%) y Extremadura (55,1%). Según el estudio, incluso en aquellas que cuentan con lengua autonómica, la mayoría de los lectores lee libros en castellano.
"Debemos seguir realizando un esfuerzo para ir reduciendo estos desequilibrios que refleja el Barómetro", ha expresado el presidente de la Federación.
La lectura en soporte digital se ha mantenido estable, con un 29,5% de la población de 14 o más años que lee libros en formato digital, muy similar a la registrada en 2021. El E-Reader (12,9%) y la Tablet (10,3%) siguen siendo los dispositivos más utilizados y la lectura en teléfono móvil continúa su tendencia creciente, pasando en 2021 de un 7,3% a un 8,3% en 2022. El porcentaje de ellos que pagaron los libros ha descendido del 43% al 39%. A su vez, el promedio de quienes lo hicieron de forma gratuita ha crecido respecto al año anterior, alcanzando el 66,3%, 6 puntos por encima de 2021. Los datos indican que, en España, de cada 10 libros descargados 6,6 son gratuitos.
"La mala noticia es que la piratería de libros ha crecido", ha lamentado el presidente de (FGEE), "aunque responde a una relativa lógica. Si crece el interés por el libro, también la piratería". El 67% de los entrevistados para la elaboración del Barómetro que se descargan libros electrónicos gratuitamente afirma que saben perfectamente cuando la descarga no es legal. "La gente es consciente de que está obrando mal", ha añadido.
Respecto a los audiolibros, en 2022 se ha estabilizado su número de usuarios y el 5,4% de la población escuchó audiolibros al menos una vez al trimestre. El porcentaje de usuarios de este tipo de contenido es muy superior entre los menores de 35 años.
Desde 2012, el porcentaje de la población española que ha comprado algún libro (no de texto) durante el último año ha aumentado en 12,5 puntos, situándose en un 52,8% en 2022. La librería tradicional sigue siendo el principal canal de compra de este tipo de ejemplares (69,9), seguida de Internet (44%) y de las cadenas de librerías (33,3%). Internet se coloca como el principal canal de compra entre los más jóvenes (entre 25 y 30 años).
En lo que respecta a las bibliotecas, pese a que todavía no ha recuperado el uso de estos servicios anteriores a la pandemia; el porcentaje sí que ha crecido en un punto hasta lograr un 26,2%. Del mismo modo, el Barómetro recoge que las bibliotecas públicas (89,7%) son las más visitadas. Los españoles han otorgado una valoración de notable alto a su biblioteca habitual. Evaluación que se repite en todas las comunidades autónomas, con Catalunya a la cabeza con un 8,8 seguida de País Vasco, Castilla y Léon y Cantabria; las mismas regiones que lideraron la lista en 2021.