Su canción Triste Louca ou Má ha trascendido como himno feminista en Latinoamérica, tanto en Brasil como en Argentina o México. “Ya es una canción del mundo, de las feministas y de las personas queer, no nuestra”, defiende la cantante brasileña Ju Strassacapa, una de las vocalistas del grupo, en una charla en videollamada con elDiario.es. Como esta, han sacado versiones nuevas de sus canciones más clásicas y vienen de publicar su último álbum, Casa Francisco, a finales de 2021. Ahora tocarán en España en ciudades como Madrid, Murcia, Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla, Granada o Redondela (Pontevedra) entre el 17 de mayo y el 1 de junio. El grupo lo componen cinco personas, pero Ju y el vocalista y guitarrista mexicano, Mateo Piracés-Ugarte, atienden a este diario antes de su primer concierto en España. “De España me encanta Rosalía, pero también artistas más regionales como Estrella Blanca o Baiuca”, comenta Ju, también conocida como LaZúli.
Sobre su nueva gira, destacan la importancia de haber crecido musicalmente como amigos y que eso les da “una potencia colectiva enorme”. “Empezamos tocando en las calles de ciudad en ciudad. A veces por una noche en un hostal y pasamos momentos malos donde tuvimos que apoyarnos. El apoyo mutuo nos ha fortalecido entre nosotres”, argumenta Piracés-Ugarte. “La música crea conexiones entre las personas que son una catarsis”, define Ju Strassacapa. De hecho, el nombre de la banda viene de una leyenda del folclore colombiano mencionada en Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; un juglar de casi 200 años que recorría las calles tocando su acordeón.
Las canciones de Francisco, el hombre son políticas, sí, pero también abundan en ellas los ritmos festivos. Al escucharlas dan ganas de bailar y pasárselo bien. “La alegría es revolucionaria porque el sistema nos intenta llevar hacia un camino de miedo y aislamiento. Compartir esa felicidad nos conecta como humanos. Desde una fuerza colectiva y alegre, entre nosotres podemos plantar cara juntas contra el sistema y dibujar otros caminos”, argumenta Ju Strassacapa. Según Mateo Piracés-Ugarte, gran parte de este sentimiento viene del movimiento LGTBIQ+, “donde abundan los desfiles, las fiestas y se intenta demostrar que no hemos nacido para estar reprimides o tristes. Existimos para ser felices, para celebrarnos. Es militancia festiva”.
Este sentimiento choca con géneros como el rap o el punk, donde la canalización política suele venir a través de la rabia. Para Mateo, “el enfado es una emoción muy importante, también a la hora de componer, pero hay que saber librarse de estos sentimientos e intentar buscar la alegría. Porque la felicidad trae ilusión y esperanza. Es más útil construir desde esos sentimientos que desde el odio”. Lo ejemplifica con Apesar de vòce [a pesar de ti], una canción del cantautor Chico Buarque que han adaptado. “La letra es potentísima y los ritmos también. Es como decir que, a pesar de que intentes hacernos menos y de que nos trates mal, voy a seguir aquí luchando por un mundo mejor”, defiende.
“Hay momentos en la historia en los que hay que posicionarse y tomar partido”. La cita podría corresponder al filósofo italiano Antonio Gramsci, pero la defiende Mateo Piracés-Ugarte. Aunque Jair Bolsonaro no fue elegido presidente en 2019, Mateo no esconde que sus apariciones públicas en 2016 fueron lo que les politizó como grupo: “Teníamos que empezar a hacer algo frente al auge del fascismo que se venía; en ese momento, maduramos”. En su álbum Sotabruxa de ese año, le dedicaron la canción Bolso Nada. ‘"Si a un fasciste se le concede cargo y voz viril / se lucrará de la desesperación, esa locura ya se vio", cantan.
La banda ha apoyado al partido de Lula da Silva en su candidatura como presidente de Brasil. Ha estado en festivales tocando a su lado y reinterpretaron la canción de Roda Viva, de la época contra la dictadura brasileña. “No soy la persona que más confíe en la política institucional, pero era o una persona que se preocupa por los intereses del pueblo u otra que estaba destruyendo nuestro medio ambiente, diezmando a los indígenas y aumentando las desigualdades”, cuenta Ju Strassacapa. “El Gobierno de Lula ha sido el mejor de la historia de Brasil y, cuando salió de prisión, levantó una ilusión tremenda. Además es un político que está siempre abierto a ser criticado y eso es muy positivo”, valora Mateo, por su parte. La canción Arranca a Cabeça do Rei [Arranca la cabeza del rey] es de 2022, previa a las elecciones y también contra el antiguo máximo mandatario brasileño.
A los seis días de la toma de poder de Lula, el 8 de enero, los bolsonaristas asaltaron el Congreso de Brasil y pidieron un golpe militar. No hubo fallecidos, pero sí, según las autoridades brasileñas, 46 heridos y daños simbólicos en el interior de la institución pública. “Pasamos mucho miedo. Una semana antes, estábamos ahí celebrando la victoria de Lula. No tenían una fuerza como para dar un golpe de Estado, pero nunca se sabe”, valora Mateo. En su opinión, “desde ese momento, la extrema derecha ha ido perdiendo fuerza, pero lo importante es enjuiciarlos y condenarlos”, declara. “Esto es causa de no haber depurado los crímenes de la dictadura militar de los años 60. Es importante que se haga ya y acabar con esa ideología supremacista”, añade Ju por su parte.
Tanto en España, como en otros países, hubo partidos políticos de derecha y extrema derecha que no condenaron el asalto. Ambos integrantes de la banda creen que eso “ha servido para levantar caretas; tanto en Brasil como en el resto del mundo”.
Los músicos de Francisco, el hombre, creen que existe un “imperialismo cultural” de los Estados Unidos hacia América Latina y, por eso, sus canciones son tanto en portugués como en español. “Desde pequeños nos enseñan a mirar hacia arriba y no hacia los lados. Tenemos muchos más lazos en común entre nuestro continente que con EEUU”, explica Mateo y Ju añade que “es necesario que a un brasileño le suene el español de Latinoamérica y viceversa”. Para Mateo, este tipo de decisiones es porque “todo es política”: “Aunque tú quieras pasar de la política, ella no pase de ti. Que ahora mismo estemos hablando por videollamada con una buena conexión es por decisiones políticas, no por arte de magia”.
Durante el mandato de Bolsonaro, la represión ha sido sonada. Sobre todo, por el caso de un activista y un periodista asesinados que denunciaban la situación a la que el expresidente estaban llevando a la Amazonía brasileña. “Ha destruido el medio ambiente, a la población indígena y nos ha destruido por la pandemia”, valora Ju sobre el expresidente y, para ella, “igual que los responsables de la dictadura militar, el Gobierno de Bolsonaro tiene que pagar por lo que ha hecho”. “Ahora estamos viendo la repercusión real de sus actos”, indica Mateo.
Preguntados por si han sufrido esta represión, la respuesta es un rotundo sí. Mateo Piracés-Ugarte está en un proceso judicial por, supuestamente, pedir votos en un acto pagado por una institución en São Paolo. “Pedimos el cambio de Gobierno, como muchas otras veces hacemos en nuestros conciertos. No pedimos votos para Lula ni para el Partido de los Trabajadores”, explica. El juicio está a la espera de resolverse en el que ha sido denunciado junto a otros artistas por un político del partido de Bolsonaro.
No solo han tenido denuncias judiciales. También han sufrido amenazas, insultos e incluso desalojos de la policía con pelotas de goma hacia los fans. “No interesamos a la extrema derecha. Nos oponemos frontalmente a ellos y por eso nos han tratado así. Es el riesgo que tiene posicionarse”, opina la cantante brasileña. Aún así, ambos integrantes del grupo agradecen a su comunidad todo el apoyo durante esa época. La cantante ve paralelismos entre esta época y la de la dictadura militar: “Es increíble que las canciones de hace 60 años como las de Chico Buarque sirvan para denunciar situaciones que pasan en la actualidad. La historia es cíclica, pero tenemos que aprender del pasado para no repetir los mismo errores. Bolsonaro ha sido el representante de las sombras que tiene nuestro país”.