Nacido en Barcelona en 1936, el dibujante ha lamentado en varias ocasiones el declive del cómic en nuestro país y cómo han ido desapareciendo los lectores leales que compraban sus tiras cada semana en detrimento de la televisión y otras formas de entretenimiento.
“El verdadero lector iba semana tras semana a comprar su colección y esto ha desaparecido completamente”, explicaba en esta entrevista a elDiario.es. Ibáñez, atribuía esta situación a que los chicos antes no tenían ninguna distracción y ahora disponen “de 40.000 programas en la televisión, consolas, ordenadores y videojuegos”.
Los trabajos de Ibáñez, que comenzó su carrera a finales de los años 50, han superado los obstáculos del franquismo, demandas, el cierre de su sello editorial y "la competencia desleal" de los políticos, según ha denunciado en el pasado el autor.
En 2015, TVE se negó a cubrir el lanzamiento de El tesorero para no mencionar a Luis Bárcenas. "Cuando se hace una cosa de estas, el resultado es todo lo contrario a lo que se pretendía", declaró entonces a elDiario.es. "Cuando la censura se mete de por medio, lo único que consigue es que el público se lance más a comprar lo que sea. O sea, que hasta doy las gracias por casos como el de esta censura porque al final he vendido más".
Ibáñez reivindició recientemente que el mejor uso que debería hacerse de sus comics es el de ayudar a enseñar a leer a los niños, “si cogieran un Mortadelo y Filemón aprenderían antes a leer”, puntualizo en la presentación de 'El tesorero'.