Todo empezó con una demanda de la propia empresa a Robinson en 2019, en la que la acusó de robar millones de "millas" de los programas de viajeros frecuentes de las aerolíneas y de pasarse el día viendo televisión en lugar de trabajar. Ella ha sido absuelta de todas las acusaciones.
La exasistente respondió demandando al actor, que a sus 80 años acaba de estrenar Killers of the Flower Moon, el último filme del cineasta Martin Scorsese. En su demanda, por 12 millones de dólares, Robinson acusó a De Niro de no pagarle suficiente por ser mujer y de darle tareas denigrantes y estereotipadas, como lavar sus sábanas. También testificó que De Niro se había comportado como un jefe abusivo, obligándola a "rascarle la espalda", y acusó a la novia del actor, Tiffany Chen, de conspirar para que la echaran del trabajo. Finalmente ella dimitió por una crisis "emocional" y continúa lidiando con la ansiedad y la depresión. Según su declaración, no ha vuelto a trabajar en los últimos cuatro años pese a presentar a centenares de ofertas de trabajo.
El actor reconoció durante el juicio que le pidió que le rascara la espalda una o dos veces, pero dijo que no había ningún componente sexual en ello, y aseguró que la ascendió con mucho más sueldo sin que sus responsabilidades hubiesen cambiado. Pero, según theguardian, también admitió en varios momentos durante el juicio algunas de las afirmaciones que había hecho Robinson para defender su discriminación salarial por una cuestión de género: por ejemplo, que le había dicho que su entrenador personal cobraba más que ella en parte porque él tenía una familia a la que sostener económicamente.
De Niro reconoció que la había reprendido, pero que "nunca" había sido "abusivo". Negó haberle gritado y que, como mucho, había elevado su voz en su presencia pero nunca de forma irrespetuosa, para a continuación dirigirse a ella —que estaba sentada en el juzgado junto a sus abogados— y gritarle: "¡Debería darte vergüenza, Chase Robinson!"
De Niro declaró que, cuando ella dejó el trabajo, violó su confianza con el uso de las millas de viajes, que valoró en 60.000 dólares, y explicó que si bien le había dado acceso a Robinson al programa de viajeros frecuentes, esperaba que lo usara de manera razonable.