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El Ministerio de Cultura elimina el Premio Nacional de Tauromaquia
Se estableció una dotación económica de 30.000 euros, 10.000 más, por ejemplo, que los que recibían los ganadores de los premios nacionales de Literatura. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, ya en sus últimos meses, quiso reconocer la tauromaquia como una “disciplina artística” y creó el premio a la vez que traspasaba las competencias del Ministerio de Interior al de Cultura.

Esos galardones se empezaron a otorgar en 2013 y durante una década han premiado los “méritos extraordinarios de un profesional del toreo, en todas sus diferentes manifestaciones”. Hasta ahora. El de 2023, que se concedió al torero Julián López ‘El Juli’, será el último.

El Ministerio de Cultura, que inicia ahora las convocatorias de la treintena de premios nacionales que otorga cada año, va a excluir de esa lista a la tauromaquia. Además, este mismo viernes el departamento de Urtasun lanzará una consulta pública, el primer trámite para la eliminación definitiva del premio. Después se emitirá una orden ministerial, el instrumento legal que regula el conjunto de premios nacionales, y que ha sufrido distintos cambios desde que se crearon los galardones en 1995.

Fuentes de Cultura señalan que la decisión es “fiel reflejo de las valoraciones y sentimientos de la sociedad”, cuya preocupación por el bienestar animal “ha ido aumentando” mientras que, indican esas mismas fuentes, “la asistencia a los espectáculos taurinos se sitúa, según los datos del periodo 2021-2022, solamente en el 1,9% de la población”.

El Ministerio recuerda que la decisión va en la línea de otras actuaciones de Urtasun, que ya optó por no otorgar ninguna Medalla de las Bellas Artes a “nadie vinculado al sector de la tauromaquia” en 2023.

Sumar y el propio Urtasun han sido muy críticos con la tauromaquia en los últimos meses. Durante un debate en el Senado el pasado mes de febrero, el ministro de Cultura defendió que “hay una mayoría de españoles con cada vez más sensibilidad por los derechos de los animales” y que “no comparte el maltrato animal”.

La respuesta de Urtasun vino motivada por una pregunta del senador del PP, Juan Manuel Ávila Gutiérrez, quien le había reprochado unas declaraciones anteriores en las que definió la tauromaquia como una “actividad injusta, sádica y despreciable, que nada tiene que ver con la cultura”.

Ya en en 2016, el ahora ministro de Cultura fue promotor de una declaración conjunta que mostraba el rechazo a la decisión del Tribunal Constitucional de anular la ley catalana que prohibía las corridas de toros en Cataluña. Un total de 37 eurodiputados, entre los que se encontraba Urtasun, advertían en el texto de que la tauromaquia “es una actividad injusta, sádica y despreciable” y que “no merece ser legal en el ordenamiento jurídico”.

La tauromaquia se ha desplomado en las últimas dos décadas, pese a los esfuerzos de las administraciones, principalmente de PP y Vox, por impulsarla con dinero público. En 2007 se celebraron en España 3.651 festejos taurinos; en 2022 fueron solamente 1.546. Solo 412 fueron corridas de toros, el resto fueron rejoneos, novilladas o diferentes festejos.

Así lo recogen las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Cultura, que también indican que sólo un 1,9% de los españoles asistió a algún espectáculo o festejo taurino entre 2021 y 2022. En el estudio previo, realizado en 2019, el dato se situó en el 8%.