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Elena Herraiz, Linguriosa: “A la gente le gusta muchísimo el castellano medieval”

Ha sabido enamorar a un público con humor y leísmo (¡ele!). ¡Había todo un universo interesado en el ceceo, el voseo y las sibilantes! Este tren le ha supuesto dejar su trabajo como profesora de ELE para dedicarse a la divulgación lingüística en internet. Todo un fenómeno pelirrojo de 31 años que afirma que Argentina (y algún gazapo) han tenido mucho que ver con su despegue. Reconoce la suerte, pero la suerte es aliada de los linguriosos.

No parecía que la divulgación lingüística pudiera competir con la científica en YouTube…  

Pero al final la divulgación lingüística es científica también. Y siempre hay hueco para la divulgación. 

¿Estamos superando una visión más utilitarista de la lengua?

Mi caso fue casualidad. Realmente, no es que yo dijera “falta divulgación lingüística y voy a hacerla”. Empecé, como tú has dicho, con una visión más utilitarista. Soy profe de español como lengua extranjera y si mis alumnos quieren aprender a usar el imperfecto, pues hago un vídeo. De casualidad, me puse a hacer cada vez más divulgación lingüística, historia de la lengua, etimología… Al final, es entretenimiento, y si lo cuentas de una forma más simple y divertida, ¿a quién no le gustan las curiosidades?  

¿Qué determina que escojas un tema, que te decantes por el voseo o el español canario?

Pienso en cosas que me parecen interesantes, preguntas que me hago a mí misma. Originalmente, eran preguntas que me surgían a mí o a los alumnos en clase. Tenemos el imperfecto de subjuntivo, por ejemplo, y hay dos formas: amara o amase… Muchos me preguntaban que por qué, que era muy curioso. Entonces, yo lo investigaba. Ahora tengo un documentalista que me hace el trabajo de buscar la información. 

¿Te ha ayudado ser profesora para el éxito del canal?

Yo creo que sí. O sea, tú en una clase, con la pedagogía, intentas explicar algo de forma que te entiendan, y es lo que estoy haciendo con temas lingüísticos. 

¿Y no echas de menos estar con tus alumnos?

Sí, sí. Bastante de menos, además. Me gustaba la academia. Estuve también trabajando en el instituto con adolescentes, pero eso no lo echo de menos. No te voy a engañar (ríe). 

¿Qué es lo que te gustaba?

Las ganas que tenía la gente de saber por qué. Me acuerdo que tenía un alumno que venía a las nueve de la mañana, nos quedábamos mirando los dos a la pizarra y me hacía muchas preguntas. Y era como, “Vale, vamos a intentar buscar la regla. ¿Por qué estos verbos?, ¿qué tienen en común?, ¿en qué se diferencian? Vamos atrás, ¿qué pasaba en latín?”. ¡Jo, a mí eso me encantaba!

Siempre intento dar un punto de vista muy objetivo. Si me meto en sociolingüística, puede ser que sí, que tenga más hate

Fue el germen de Linguriosa, en realidad...

Sí, realmente sí. A veces pienso “Joder, si estuviera dando clase, seguramente que me saldrían cuestiones más interesantes, cosas que mucha gente se está preguntando y que yo ahora no lo sé porque ya no doy clase”. 

Creo que la etimología te da mucho juego… 

Realmente, la etimología la uso más para formatos cortos, vídeos de un minuto de Instagram. En YouTube planteo más preguntas como las relacionadas con el leísmo, de dónde viene... Cosas en las que te tienes que remontar muchísimo hacia atrás, temas más relacionados con la evolución de la lengua. De gramática y de fonética meto mucho también. 

¿Cómo se hace un vídeo entretenido sobre el reajuste de las sibilantes o el rotacismo?

El reajuste de las sibilantes lo metí con Nathy Peluso, y el rotacismo con Bad Bunny. O sea, son las formas que tienen de hablar personas importantes. Y si eres fan de esa persona, te dices “Uy, es verdad, ¿por qué hablan así?”. De este modo, te estoy metiendo algo supertécnico, aunque te lo explico sin tecnicismos, y si doy un tecnicismo es como “Fíjate, qué curioso que esto se llame así. Te lo voy a contar porque así luego queda guay si se lo explicas a otra persona” (ríe). Simplemente, creo que es rebajar un contenido muy técnico al público general.

Divulgar viene precisamente de vulgo…

Eso es.

Hoy suena cool, pero en el fondo es bajar el conocimiento a la plebe…

Efectivamente. Sí, sí (ríe).

Hay que ponerle mucho entusiasmo, imagino…

Yo creo que se nota mucho que a mí me parece interesante. Entonces, al contarlo con ese entusiasmo que me genera, creo que se transmite y hace que tú también te sientas intrigado.

Creo que cuando eras profe en Alemania te llegaron a decir que ibas demasiado alegre por las mañanas a clase.

Sí, un compañero me decía: “Es que sonríes demasiado por la mañana y a mí por la mañana no me apetece hablar con nadie” (ríe).

Pero esta alegría funciona en YouTube…

Habrá gente también (y esto me lo han dicho) a la que no le guste. Que le pone nerviosa. Hay público para todo.

Los famosos ‘haters’ u odiadores…

Siempre intento dar un punto de vista muy objetivo. Obviamente, a veces, se me ve un poco hacia qué lado tiro con ciertos temas, pero doy argumentos científicos. Si me meto en sociolingüística, puede ser que sí, que tenga más hate. Hay algún vídeo, como el del matrimonio o el del lenguaje inclusivo… Siempre vas a tener gente que te ponga comentarios negativos. 

¿La gente invierte más tiempo en decirte cosas negativas que positivas?

Creo que no. Si realmente me pongo a analizar los comentarios, si saco un porcentaje, hay un 90 % de comentarios buenos y un 10 % de malos. Pero sí que es verdad que te saltan más los malos. 

¿Y qué dicen de positivo de tu canal?

Si hago un vídeo sobre castellano medieval, ese vídeo se va a ver. A la gente le gusta muchísimo el castellano medieval. 

¡Malandrines!

Funciona muy bien. Y la fonética también. ¿Cómo se pronunciaba, cómo se pronuncia, por qué se pronuncia así? Todo eso gusta mucho.

Cualquier persona que tenga un mínimo interés en lingüística piensa una vez a la semana en el castellano medieval

Lo del castellano medieval me sigue chocando…

¿Recuerdas ese estudio que dice que los hombres piensan en el imperio romano al menos una vez por semana? Pues yo creo que es lo equivalente en la lingüística. Cualquier persona que tenga un mínimo interés en lingüística piensa una vez a la semana en el castellano medieval (ríe). No. No lo sé. No tengo ni idea, simplemente es lo que he visto en mi canal.

Claro, lo ves en las métricas. Tal vez, los hombres piensen el miércoles en Roma y el viernes en el Medievo… 

Ya, pues puede ser. Mi público es mayoritariamente masculino (ríe).

Pensaba que las mujeres estarían más interesadas. Son las que copan los grados de Lingüística y otros oficios de la lengua…

Pero a mí no me sigue un público que sepa de lingüística. Me sigue gente que a lo mejor no tiene ni idea, pero que lo ve interesante. Por otro lado, la mayoría de los canales de divulgación en general tienen más seguidores hombres que mujeres. 

¿Sabes la edad de la gente que te sigue?

Entre 25 y 45 años.

¿Hispanohablantes?

La mayoría sí, pero no son de España. De España solo tengo un veinte y algo por ciento, el resto son de México, de Argentina, de Estados Unidos, y luego tengo en Alemania también. Aunque claro, no sabes si son hispanohablantes que viven en Alemania o si son alemanes que están estudiando español.

Empezaste con un canal digamos que formativo. ¿En qué punto te diste cuenta de que no querías continuar haciendo eso? ¿Fue con el vídeo de la actriz argentina Anya Taylor-Joy (El español de Anya Taylor-Joy)?

Sí, sí. Eso es. Hubo muchísimo hate, y merecido además, porque en ese vídeo hablé como si estuviera en una clase mía diciendo tonterías, ¿no? Ahí fue el momento de decir “Vale, necesito una persona que me revise todo el contenido lingüístico que hago para no meter la pata o meterla lo menos posible, y además tengo que empezar a hacer un contenido que vea mi nuevo público, porque de repente ese vídeo me hizo ganar, a lo mejor, 30 000 suscriptores en un mes”. Ya no podía volver a cómo se usa el subjuntivo. 

¿El bofetón de los argentinos te catapultó?

El público argentino es el que ha levantado mi canal. El vídeo que más visualizaciones tiene es el del vos, por qué dicen vos. 

Lo llamas en coña un canal para pedantes…

Sí, porque yo, precisamente, siempre digo: “No seas pedante y no corrijas a la gente”.

¿Es material para armar tertulias caseras?

Eso es. Y también para el típico pedante que está corrigiendo a todo el mundo. A lo mejor no deberías corregir tanto a la gente porque no 

hay solamente una forma de hablar o una forma correcta. 

Es un contra-pedantes, entonces…

Exacto. Luego también hay una hipótesis sobre el origen de la palabra pedante, que viene de pie y que eran las personas que acompañaban a los nobles para enseñarles. Es un poco como un profesor. Entonces, también me gusta ese juego.

Si volvemos a la etimología que tanto te gusta, Linguriosa viene de curiosidad.

Sí, de curiosa y lingüística.

Es un nombre que permite otras interpretaciones, como lengua y furiosa…

Sí... A ver, lo de furiosa la verdad es que nunca me había parado a pensar (ríe).

Será cosa mía…

Me han dicho mucho más lo de lujuriosa, y tampoco había pensado en eso. Pensé solamente en lingüística, lengua y curiosa, y ya está. Para curiosos de la lengua.

¿Es más lucrativo YouTube que las clases de ELE?

Obviamente, si he dejado las clases es porque se saca más dinero. Pero depende. Creo que, en mi caso, he tenido suerte. Y también depende de dónde des clase, claro. 

¿Cuál ha sido el vídeo más difícil de hacer?

El lenguaje inclusivo. Me costó muchísimo. Con ese estuve un año a lo mejor, ahí, dándole muchas vueltas. Y el del catalán también. Porque son temas polémicos ya de por sí.

Te venía el recuerdo de Taylor-Joy...

Por favor, ese vídeo no me lo tengáis en cuenta.

¿Qué otras cosas funcionan bien? ¿El origen de los acentos?

Nunca puedo asegurarlo, porque muchas veces pienso que funcionará, pero no. A veces, digo «Este tema es muy de gramática, es muy denso, y luego es de los que mejor funcionan. Entonces, no tengo ni idea. Lo que no falla es el castellano medieval. 

¿Así que cuando dices que Nathy Peluso habla un español medieval, estás mezclando dos pelotazos en uno?

Exactamente. Lo de Nathy Peluso era por el uso del /sh/, que es un fonema que ya no tenemos en el español estándar y que es medieval. Era una forma de explicar las sibilantes. Da mucho juego, y te lo explico con canciones de Nathy Peluso.

Solo por mera linguriosidad, ¿habla de este modo por ser argentina o porque ella es así?

No, no hay ninguna razón de peso. Yo creo que lo hizo solo para que yo sacara un vídeo (ríe). 

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