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Rocío Saiz se lanza a la novela: “Cada vez que alguien se define como normal, muere un gato y sube el pan”

Pero este fue bastante más rocambolesco porque implicaba un cambio de peluquería exprés por circunstancias raras que incluían una prueba de alergia fuera de contexto. La entrevistada contará la aventura con todo detalle en la conversación posterior, precedida de un par de mensajes de audio rapidísimos pero verborreicos que empiezan con: “Amor” y terminan con: “¿Te puedo llamar ahora en cinco minutos?”. Esas pocas palabras son una muestra de su carácter resuelto, cercano y natural.

El motivo de la conversación es la publicación de su libro Que no se te note (Roca Editorial / Penguin), aunque con su currículo cualquier excusa es buena para hacerle preguntas. La de escritora es solo la última de sus múltiples facetas: cantante, actriz, presentadora de televisión y, actualmente, colaboradora en los programas de radio Vostè primer con Marc Giró en RAC1 y Que parezca un accidente en Radio 3.

Nada mal para no haber cumplido ni 35 años, aunque comenta que tanta actividad no se refleja en la cuenta del banco. “En realidad saco poco rédito y sobrevivo con otras tres cosas que no tienen nada que ver con esto”, sostiene. Además, también le supone recibir críticas porque, según dice: “En este país se te penaliza por hacer varias cosas a la vez. Pero a mí no me han regalado nada y lo que hago es intentar hacer gracia. Que llegues a casa y te leas este puto libro, que me ha costado tres años hacer, y digas: ‘menudo cuadro, pero qué risa’”.

Las valoraciones sobre la calidad del libro serán mejores o peores, pero lo que no se le puede achacar es falta de autenticidad. Aunque tiene partes de ficción, la voz de la autora está presente en todo momento. Es ella la que habla incluso cuando entran en escena las dos protagonistas inventadas, cuyos diálogos se funden con su monólogo. Su referencia es La insoportable levedad del ser de Milan Kundera porque fue su primera lectura elegida y la marcó profundamente. “Yo me quedé con que el amor debe ser inolvidable, que las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento y son seis”, recuerda.

Así, hay seis capítulos y sus dos personajes tienen seis cosas en común. La primera es el gimnasio al que acuden con la esperanza errónea de mejorar su existencia. Un entorno que Saiz rechaza de pleno y que usó con la intención de desmitificarlo. “Basta ya de hacer del gimnasio el sitio que nos va a cambiar la vida, porque es un sitio totalmente horrible y caro que siempre pagas y nunca vas”, dice. “Además, le contamos a la gente que no nos conoce de nada nuestras intimidades porque creemos que nos van a juzgar menos. Y al final se convierten en conocidos y te juzgan”, completa. A esa tendencia de opinar sobre la vida de los demás, ella lo llama sincericidio, uno de los términos que ha concebido para definir comportamientos. Pero hay muchos más, así como frases contundentes, porque quería “un libro de titulares”.

Le contamos a la gente que no nos conoce de nada nuestras intimidades porque creemos que nos van a juzgar menos. Y al final se convierten en conocidos y te juzgan

Rocío Saiz — Artista

El sincericidio es, para Saiz, que una persona le diga a otra todo lo que piensa de ella sin venir a cuento. Como, por ejemplo, un comentario sobre su aspecto o las decisiones que ha tomado. “Esa gente que parece que si no te lo dice se muere, le entra un cáncer. Que te preguntan ”Oye ¿te puedo decir una cosa?“ y si les respondes que no, te lo dicen igual. Tú estás expresando el ‘no es no’ y se la suda al que está enfrente”. Otro de esos titulares que pretendía y que le serviría para hacer camisetas de promoción es: “Normal es un programa de mi lavadora”. Se ríe mientras explica que las personas que se definen a sí mismas como “normales” son muy peligrosas. “Luego esa persona es una histérica de los horarios o de la limpieza o es facha. Cada vez que alguien dice que es normal, muere un gato y sube el pan. Chica, dime primero cuáles son tus anormalidades y luego ya presumes”, afirma.

Comedia en serio

Como buena comediante, utiliza el humor para tratar los temas que le importan porque como ella misma dice: “Soy militante de verdad”. ¿Sus causas? Los derechos del colectivo LGTBI+ y el feminismo, entre otras. De ahí que saque a relucir en sus textos algunos aspectos de la realidad que le tocan de cerca y que quizá no reciben la atención que se merecen. Uno de ellos, que también han tratado autoras como Carmen María Machado o Elisa Coll, es la violencia dentro de una pareja no heterosexual. “Vamos a visibilizar la violencia intrafamiliar en las relaciones homosexuales. No quiero coger y decir que ahora estamos al mismo nivel de violencia, pero existe y tenemos que verbalizarla”, afirma. “Tú puedes haber nacido lesbiana y tu padre puede haber sido maltratador y tú puedes ser maltratadora. Y como no se está hablando de ello, cada vez se normaliza más”.

Estoy cansada de verme en relaciones que me hacen daño y me quedo. Y esto pasa en relaciones heterosexuales, homosexuales, en el poliamor y en todas partes porque el ser humano está herido, ya nacemos con heridas

Rocío Saiz — Artista

Saiz tiene la convicción de que existe la adicción al dolor y la de causar daño: “Cree que haciéndolo va a conseguir que la persona de enfrente se quede en la pareja. Estoy cansada de verme en relaciones que me hacen daño y me quedo. Y esto pasa en relaciones heterosexuales, homosexuales, en el poliamor y en todas partes porque el ser humano está herido, ya nacemos con heridas. No elegimos nacer, entonces nacemos totalmente destruidos”, asegura.

Sus redes sociales bulleron cuando expuso la teoría del “círculo del abuso”, que también trata en su libro. En esta ocasión, el término no es suyo sino que se lo explicó un conocido en una etapa en la que ella lo estaba pasando muy mal por una relación sentimental. Ese concepto se utiliza para definir una relación dañina que nunca termina porque la persona que maneja la situación desaparece pero siempre regresa, sin remedio. La vulnerable cede, se unen y vuelven a la casilla de salida del mismo camino. “Tú estás bien, has conseguido rehacer tu vida y esta persona te manda el puto mensaje de que ha escuchado una canción que le ha recordado a ti. Te lo crees, vuelves con él o con ella y entonces empieza la honeymoon: ojalá te hubiera conocido antes, me quiero casar contigo, eres la persona de mi vida. Y cuando dices que pa’lante, vuelve el ghosting y así te puedes tirar toda la vida”, desarrolla.

Tú estás bien, has conseguido rehacer tu vida y tu ex te manda el puto mensaje de que ha escuchado una canción que le ha recordado a ti. Te lo crees, vuelves y entonces empieza la 'honeymoon'. Pero cuando dices que 'pa’lante', vuelve el 'ghosting' y así te puedes tirar toda la vida

Rocío Saiz — Artista

Hay un episodio de la historia de España que le obsesiona y que también ha querido visibilizar. Se trata de el Patronato de la Mujer, una institución franquista en la que se encerraba a las mujeres ‘desviadas’. Aunque ya hay trabajos como el del podcast De eso no se habla de Isabel Cadenas Cañón, aún no se ha conoce tanto como debería si se tiene en cuenta su gravedad. Saiz se enteró de lo que había pasado allí en una conversación en la que estaba presente el historiador Álvaro Cid, que contó que a algunas las internaban con una maleta llena de ropa de hombre. “Había mujeres que ni siquiera eran lesbianas, ni transexuales, ni madres solteras. Simplemente, tú le caías mal a alguien o te querían hacer la vida imposible y te metían en el Patronato”, declara. “De lo que no se habla no existe y eso fue un campo de concentración de mujeres que no sabemos a cuánto llegó. Yo no soy una estudiosa de la memoria histórica, pero si a través del mainstream puedo hacer que la gente sepa que eso existió, pues algo habré ayudado”.

Aquello que pasó en Murcia

Saiz lleva muchos años de carrera musical, como líder de Las Chillers y cantante de Monterrosa y en solitario, pero mucha gente la conoció por lo que le sucedió en el Orgullo LGTBIQ+ de Murcia en 2023. Allí se quitó la camiseta en su actuación y dejó sus pechos al descubierto, como hace habitualmente en sus conciertos. En ese momento, y para su sorpresa y la del público, un policía local detuvo el concierto y la obligó a taparse. Tras el altercado, la Fiscalía de Murcia abrió diligencias de investigación al agente que la forzó a cubrirse, un proceso que aún llega a día de hoy y que ha llevado a la cantante a testificar en varias ocasiones. Y aún tiene que volver.

“Estoy deseando que esto se entierre en lo más profundo de la tierra”, sostiene hastiada. “Todo el mundo me dice que me habrá llovido el trabajo después de esto, pero al contrario. Mi pelea siempre ha sido que me tomen en serio y ahora soy ‘la de las tetas’, estoy harta. Pero esto va muy lento, aunque lo tomo como una experiencia más, nunca pensaba ir al Tribunal Superior de Justicia”, explica con cierta ironía.

Estoy deseando que el tema de Murcia esto se entierre en lo más profundo de la tierra. Mi pelea siempre ha sido que me tomen en serio y ahora soy ‘la de las tetas’, estoy harta

Rocío Saiz — Artista

En este momento, no sabe muy bien qué hacer con su carrera musical. Tiene otras cosas en marcha –todo el tema de la peluquería está relacionado con una nueva serie de época que está rodando y de la que solo puede decir que será “muy divertida”– y su última gira de conciertos le ha dejado un regusto amargo. “Estoy un poco en shock porque hay mucho maltrato. Todo lo que habíamos conseguido sobre perspectiva de género nos lo hemos cargado”, asegura. En concreto, dice que en los festivales la relación entre todos los participantes, desde los artistas hasta el público, cada vez es peor. “En general, en los espacios de ocio nos estamos empezando a tratar regulín y eso nos lo tenemos que mirar”, manifiesta.

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