Un concepto que define a la perfección el estado anímico que transmiten su nueva colección de canciones: "fantasma" y "adolescente".

Un poco como en A Ghost Story, la película de David Lowery que plasmó en imágenes el drama que supone convivir día a día con la pérdida de una persona amada, en Ghosteen la ausencia vertebra todo el disco. En uno de los dos temas que de alguna forma dan título al álbum, Ghosteen Speaks, Cave resume el sentir espiritual de todo el álbum con apenas unas palabras que se repiten una y otra vez: "Estoy a tu lado, búscame".

Porque con estas canciones Cave trasciende el umbral de lo doméstico para tomarnos de la mano y conducirnos a otra dimensión, a medio camino de lo mitológico y lo puramente espiritual. Lo hace por un lado con imaginería poética (la historia del rey y la reina que buscan la paz en Spinning Song, los caballos del amor con sus crines de fuego en Bright Horses…) pero también musicalmente hablando.

Estos once temas, con una coherencia sonora que atraviesa el álbum de principio a fin, carecen de la oscuridad aterradora que caracterizó a Skeleton Tree. Igualmente solemne, las canciones se construyen a partir de piano, órgano, cuerdas y coros y prescinden de percusiones para levantar unas canciones que aspiran a tender puentes entre dos dimensiones paralelas. No tenemos del todo claro a cuál de ellas, la real o la espiritual, se refiere Cave cuando canta: "Este mundo es hermoso, atrapado dentro de sus estrellas, lo guardo en mi corazón. Las estrellas son tus ojos que amé desde el primer momento".

Para terminar concluyendo: "El amor es así, ya sabes, es como un flujo de marea. Y el pasado con su feroz resaca nunca nos dejará ir. No dejará que te vayas". Lo que sí está fuera de toda duda es que Cave ha vuelto a firmar otra obra maestra que apela a lo ultraterrenal y lo divino para dar significado a las miserias y grandezas de la existencia. Es muy posiblemente la empresa más digna y ambiciosa a la que puede aspirar un artista.

 

Angel Olsen

All MirrorsJagjaguwar / Popstock!POP8

Una sección de cuerdas de 12 músicos viene a dar lustre al quinto álbum de Angel Olsen, el más ambicioso de cuantos ha firmado hasta la fecha y también la confirmación de un talento que busca en los clásicos la inspiración para afrontar el presente. Cada vez más lejos queda el sonido de baja fidelidad de sus primeros discos: All Mirrors es una obra ambiciosa y expansiva, por momentos "philspectoriana", la cara lustrosa de un proyecto que contará próximamente con otro álbum más austero y centrado en el sonido de guitarra.

En el caso que nos ocupa, entre el romanticismo decadente de Tonight y el technopop estilizado de New Love Cassette cabe una gran variedad de matices.

Es el vestido que la de North Carolina encuentra para un trabajo que la pilla en un estado de madurez compositivo y profesional total y que, en sintonía, gira en sus propias palabras alrededor de la idea de "las grandes decepciones, no sólo en el amor, sino también en la amistad y de descubrir cuáles son tus verdaderos valores y cuáles son los de los demás".

 

Danny Brown

uknowhatimsayin¿Warp / Music As UsualURBAN8

La voz nasal por excelencia del rap contemporáneo vuelve a la carga con su quinto álbum. Un trabajo que tras el sobresaliente Atrocity Exhibition viene a aportar nuevos matices a su estrafalario universo sonoro y conceptual. Curiosamente uknowhatimsayin¿, que cuenta con prodcción a cargo de Q-Tip, lo hace a partir de una rebaja de los presupuestos estéticos y la esquizofrenia que caracterizaba a discos como XXX (2011) o Atrocity Exhibition (2016).

Como mandan los cánones del género estas once canciones se convierten en una suerte de paseo de la fama en el que se dan cita ilustres MCs como Run The Jewels, Blood Orange, Obongjayar o JPEGMAFIA y hasta algún productor de lustre como Flying Lotus, todos ellos al igual que el propio Danny Brown ejemplos de la heterodoxia que parte del rap para buscar (y encontrar) nuevos lenguajes en el terreno de la música popular. Todos juntos y puntualmente revueltos para completar un trabajo que, a pesar de carecer del carácter rompedor de sus precedentes, se disfruta con gusto.

 

Dengue Dengue Dengue

Zenit & Nadir by Dengue Dengue Dengue

Zenit & NadirEnchufadaELECTRÓNICA / WORLD8

El dúo peruano instalado en Berlín bautiza el primer single de su nuevo trabajo Ágni, inversión lingüística del término “ingá”, que se refiere a un popular ritmo afro peruano. Este detalle sirve como perfecta metáfora del planteamiento musical de Felipe Salmon y Rafael Pereira, un negativo en clave electrónica de los sonidos tradicionales de su país, potenciado el componente psicodélico (y bailable) por un minimalista y efectivo tratamiento electrónico.

La asociación con los hermanos Ballumbrosio, guardianes de la tradición musical del Perú y con los que los Dengue prometen colaborar en directo, es la principal novedad de cara a un disco respetuoso con la línea de trabajo mantenida hasta ahora. De hecho no hay en Zenit & Nadir novedades especialmente relevantes con respecto a sus discos precedentes. Hasta Sara Van repite poniendo voz a El cavilante, tal y como hiciera en el pasado con uno de los temás más conocidos de los Dengue, Guarida. Más febril que sudorosa, más lúbrica que sensual, la música de los Dengue logra la difícil ecuación de generar un culto a su alrededor al tiempo que alimenta las maletas de los DJs.  

 

Girl Band

The TalkiesRough Trade / Popstock!NOISE ROCK8

Holding Hands with Jamie (2015), disco de debut de la formación dublinesa, dejaba entrever a una banda poco acomodada, entregada a un rock chirriante de ascendencia afterpunk que no hacía prisioneros. Cuatro años más tarde su continuación no sólo incide sino que redobla la apuesta.

The Talkies es un disco incómodo, que desde un punto de vista mediático tiene la suerte de ver la luz en un momento en que Idles, sus compatriotas Fontaines DC, Black Midi o Life han traído de vuelta la urgencia de los sonidos de guitarra más rabiosos. De todos ellos posiblemente sean Girl Band los que tengan una conexión más directa con el after-punk más crudo y la escena arty y neoyorquina de la no-wave. De alguna forma en The Talkies siguen los pasos –tal vez no tanto desde un punto de vista sonoro como espiritual- de otra banda de perros verdes como Liars, que igualmente hizo el camino a la inversa desde una relativa ortodoxia post-punk hacia fórmulas sonoras cada vez más libres.

 

Los Punsetes

AniquilaciónMushroom PillowPOP-ROCK8

A servidor, hace cosa de un mes, Los Punsetes le invitaron a hacer un breve cameo en el videoclip de Vas hablando mal de mí, dirigido por Nacho Vigalondo y en el que aperecen un puñado de caras populares en el mundillo más o menos "alternativo" de la capital. Más allá de esperar que ese detalle no invalide mi opinión sobre la banda en general y este disco en particular, el clip tenía algo de profético: en el nos convertían a cinco periodistas musicales en jurado de un concurso tipo Operación Triunfo para otorgar el "tú sí que vales" preceptivo a la banda. Y en verdad, ironías al margen, no se me ocurre que el resultado de la votación pudiera ser otro…

Pese a que en Oro el grupo ironiza con su propia capacidad para sobrevivir al paso del tiempo ("La hemos cagado / son una mierda / nuestras canciones / ojalá se pierdan / Estamos muertos / apolillados / estamos viejos / desconectados") lo cierto es que seis discos después la banda madrileña sigue resultando tan refrescante, irreverente y (¡glups!) sonando tan juvenil como cuando empezó a dar sus primeros conciertos en la sala Nasti.

Las circunstancias además han impedido continuar trabajando con El Guincho, lo que se ha traducido en el reto de afrontar su primera auto-producción de la mano de Paco Loco. Su trabajo en ese sentido se traduce en un disco especialmente guitarrero y correoso, una cualidad que le sienta como un guante a canciones como la citada Vas hablando mal de mí o Una persona sospechosa, que pasan a formar parte automáticamente de la colección de temas clásicos del grupo. Un grupo que a estas alturas se ha convertido en una suerte de Buzzcocks millennials y en clave cañí.

 

Manel

Per la bona gentCeràmiques Guzman SLPOP8

A lo largo y ancho de su quinto trabajo la formación barcelonesa se hace diversas preguntas sobre la razón de ser y la deriva del oficio de músico. Cuestionamiento al que, más allá de las letras de este disco, eetá claro que Manel han dado muchas vueltas antes de entrar en el estudio. Per la bona gent supone la enésima reinvención de la banda. Aunque de alguna forma seguimos vinculándoles con aquella formación que se convirtió en una suerte de alternativa mediterránea a la épica de Arcade Fire, debidamente salpimentada con la tradición folclórica de su tierra, hace mucho tiempo ya que Manel han abandonado la zona de confort para reinventarse con cada nuevo disco.

Esa tradición musical a la que el propio grupo se adscribe no aparece aquí en forma de canción –cada vez más imaginativa y, por momentos, excéntrica- sino recurriendo a grabaciones de Maria del Mar Bonet, Lluís Llach, Gato Pérez o Maria Cinta, que a la manera de un geniecillo de la electrónica o un DJ disparando bases de hip hop, aquí se convierten en samplers que alimentan espiritualmente más que musicalmente a esta nueva colección de canciones. Sisa aparece como invitado especial en el tema de cierre, El vell músic, lo que por otra parte pone la guinda a un disco de pop electrónico desconcertante por momentos, que sin embargo da fe de la obessión de la banda por no estancarse y encontrar nuevos lenguajes musicales.