Nesbo, siempre con ese atuendo que parece salido de una banda de rock –de hecho, estuvo en una de ellas– ha pasado esta semana por Madrid para participar en el Festival Getafe Negro y conceder esta entrevista a eldiario.es.

Han pasado más de 20 años desde la creación de Harry Hole, que hasta la fecha ha protagonizado doce libros. ¿Qué ha supuesto para Hole y para usted este viaje?

Ha habido muchos cambios desde que empecé. Harry y yo ya hemos superado la mitad de nuestras vidas. En algunos aspectos, el carácter de Harry ha cambiado debido a sus experiencias y yo como escritor también por el privilegio de pasar varios años con el mismo personaje, ya que tienes la oportunidad de profundizar en su complejidad. Mucha gente me dice que Harry es complejo, pero no lo es. Todos lo somos.

En los primero libros Harry estaba detrás de la cámara, tenía un carácter más neutral, pero ahora está mucho más implicado en los crímenes, los sospechosos... Digamos que se ha puesto delante de la cámara. Pero hace unos años volví a leer la primera novela para un programa de radio y me sorprendí de que él fuera más o menos como es ahora. La idea que tenía hace 20 años de él es la misma, solo ha cambiado por las experiencias que ha vivido. En cuanto a mí, como escritor creo que he mejorado. Es productivo nutrir esa sensación de que mejoras siempre porque, si no, no te levantas para escribir.

En estos 20 años, ¿el mundo que rodea a Harry y que nos rodea a nosotros es peor? ¿Más violento, más desconfiado? ¿Están ganado 'los malos'?

Si vemos los medios de comunicación, el mundo es más violento y más inseguro. Pero si miramos los datos, en los últimos cinco años vemos que el mundo en su mayor parte ha mejorado. Menos personas mueren por causa de la hambruna, hay más personas que entran en una clase media y tienen acceso a una educación y alfabetización, hay menos muertes por violencia y, por tanto, la mirada sería positiva.

Aunque no podemos mirar solo a la cara brillante de la luna, también tenemos que ver lo que nos preocupa. A mí me preocupa que grandes países estén eligiendo a líderes inestables. Eso es una señal de alerta. Pero tenemos que intentar ser optimistas. Trudeau acaba de ser reelegido presidente en Canadá. En Hungría, que también era motivo de preocupaciones, se ha elegido a un alcalde progresista para Budapest. Hay que mantener la esperanza para que vuelva a reequilibrarse la balanza, pero creo que en los dos últimos años el mundo ha avanzado hacia lo progresista.

Centrándonos en Cuchillo, vuelve el violador Svein Finne, que es la némesis de Hole. ¿Tiene que existir en la novela negra para crear ese contrapunto entre el bien y el mal?

Hay veces que la presencia de un monstruo es necesaria en la historia, sea creíble o no. A veces no es creíble porque es una metáfora del monstruo que también está dentro de todos nosotros y actúa como espejo que refleja el deseo de utilizar medios malvados para nuestros objetivos. Svein Finne es eso. Es más grande que la propia vida y revela el propio carácter de Harry. Por eso, cuando tiene deseos de torturar a Finne se convierte casi en el criminal que está persiguiendo.

El mal que, según usted, todos llevamos dentro.

Es sobre lo que he intentado escribir en toda la serie. Como escritor de ficción no puedes escribir sobre algo que sabes que es verdad. Nuestra tarea no es convencer de algo, sino plantear preguntas para que el lector reflexione sobre ellas. Pero dejo a los sociólogos que den esas respuestas.

En esta ocasión vuelve el tema de las agresiones sexuales… ¿es un grave problema en Noruega? Ya lo tocó en otros libros.

Es un problema en todos los países. Es un asunto interesante porque todos somos seres sexuales, por lo que el  tema tiene dos caras. En el abuso sexual toda persona se puede contemplar como abusador o como víctima. Por eso en la literatura es muy interesante, ya que se pueden abordar las dos caras. Todos tenemos una agresividad, aunque por supuesto hay distintos grados y normalmente se da más en hombres que en mujeres, aunque en mujeres también.

En esta ocasión con Svein Finne no hay ninguna duda, pero en el libro anterior sí había un caso más problemático, ya que acusaban a Harry de haber violado a una chica cuando no era verdad. Le habían tendido una trampa. Pero eso nos plantea el problema. En mi novela sobre Bangkok hay un pedófilo que, sin embargo, es el personaje más íntegro del libro. Nunca ha abusado de niños, pero compra porno infantil.

Para mí es interesante ver las zonas grises y si el lector condena al personaje o lo ve como una persona que lucha contra su deseo sexual. La moralidad no es algo que esté escrito en piedra. Son reglas que la sociedad necesita para funcionar y como tal cambian constantemente.

Por ejemplo, en los años sesenta en Reino Unido era delito ser homosexual y podías acabar en la cárcel mientras que ahora vemos los desfiles del Orgullo. Ahí vemos que la moralidad ha cambiado y que es flexible y en mis novelas es lo que intento plantear. La pregunta es, ¿tus convicciones morales son eternas o te puedo proponer algunas preguntas para que no aceptes como bueno todo lo que dice la sociedad? Lo que quiero provocar en lector y la lectora es ese pensamiento.

En sus libros hay una violencia muy cruda y muy explícita. Sin embargo, en esta novela hay un mayor peso de la violencia emocional. ¿Harry Hole/ Jo Nesbo se han hecho mayores?

No es una nueva tendencia, sino que utilizo lo que es necesario para la historia. Y si para la historia es necesaria violencia explícita la utilizo. La violencia tiene una cualidad que va más allá de lo que representa en la vida real. La literatura saca a la luz emociones en los lectores. Y no es lo mismo describir la violencia que fomentarla.

Todas las películas de guerra dicen que son películas antibélicas. Mis libros no son libros contra la violencia sino que la violencia que utilizo se construye sobre una cultura y sociedad. Pero hay que tener cuidado con la fascinación por la violencia y utilizarla solo cuando sea necesaria para la historia. Admito que en la novela Leopardo me pasé en algunas escenas y eso lo lamento.

Ha vendido 40 millones de libros. Es el escritor más vendido actualmente de Escandinavia. ¿Cuál es la fórmula? Y cuando uno vende tanto, ¿ le influye a la hora de seguir escribiendo?

No tengo ni idea. Escribir es invitar a la gente a casa. Abres la puerta y no sabes cuántas personas van a venir. Y si viene mucha gente, pues fantástico y si vienen menos, también. Seguiré escribiendo para menos lectores porque yo sinceramente escribo para divertirme e impresionar a un par de amigos. No siento presión al escribir. Es un mundo paralelo en el que no existen ni lectores ni editores ni familia ni amantes.

Cuando me publicaron me di cuenta de que me pagaron por algo que hubiera hecho gratis. La única presión que he notado fue una vez en la que un editor en la Feria de Fráncfort que se me acercó para decirme: 'espero que visites nuestro país porque nuestro futuro depende de esto'.

La serie de Harry Hole se ha convertido en una especie de industria y hay puestos de trabajo que dependen de ella, pero como escritor no puedo escribir por presión de los lectores. No siento ninguna lealtad hacia los lectores e intento no mantener contacto con ellos. No utilizo Facebook, no respondo sus cartas ni chateo con ellos. Sí voy a eventos de presentación del libro, pero creo que es muy fácil corromperse por la atención y desviarse de las historias que queremos escribir así que intento evitar eso.

¿Tiene aguante Harry Hole todavía? ¿Tiene en mente el final?

Sí, si ya tengo pensado cómo acabará la serie, pero no puedo desvelarle nada porque le haría un spoiler.