La exposición es un recorrido a través de las diferentes categorías que componen el evento organizado anualmente por Museo de Historia Natural de Londres, las cuales van desde Pájaros hasta Fotoperiodismo. También se encuentra la del fotógrafo chino Yongqing Bao, que ganó el certamen al inmortalizar el momento en el que una marmota del Himalaya salió de su madriguera tras hibernar y fue sorprendida por una hambrienta zorra tibetana. Su cara se convirtió en la definición perfecta del horror: abandonar el hogar no fue una buena idea.
No obstante, los también denominados como "premios Oscar" de la fotografía de naturaleza cuentan con una gran presencia de española. En esta edición son nueve entre los que se encuentra el finalista de la categoría Retratos de animales: Javier Aznar. "Lo he conseguido mostrando a un grupo de animales tan despreciado como son las arañas", bromea el profesional durante la presentación del evento acerca de su imagen titulada Retrato de la tarántula española con la que consiguió el reconocimiento del jurado.
España es el país del que más fotógrafos son seleccionados cada año, demostrando así la gran calidad patria para apretar el disparador y captar escenas únicas con la fauna como protagonista. "Tenemos la suerte de tener una gran cantidad de climas y hábitats, y no tenemos que irnos muy lejos para tomar grandes fotos de naturaleza", apunta el especialista. De hecho su captura fue tomada en Murcia, mientras paseaba con unos compañeros biólogos y contempló una de las galerías donde viven estas arañas lobo conocidas por tejer telarañas a las puertas de sus hogares para atrapar insectos.
"Toqué la tela con una pajita y en ese momento salió la tarántula creyendo que había conseguido una nueva presa. Es un animal que parece muy amenazante, pero en realidad sirve para mantener a raya a los insectos y equilibrar el ecosistema. Junto a los murciélagos ejercen una función muy importante para mantener a raya enfermedades como la malaria o el dengue", señala Aznar.
La muestra es una oportunidad para contemplar de cerca a esos animales que por diferentes razones son vistos como terroríficos, aunque en el fondo solo estén respondiendo a su propio instinto de supervivencia. A través de capturas se puede contextualizar su comportamiento para, de esta manera, saber cómo reaccionar en el caso de encontrarnos con uno.
"Las imágenes muestran el día a día en el mundo de la naturaleza, y este a veces no es tan bonito como lo muestran en los documentales. Hay que concienciarse para que la próxima vez que encontremos una araña en casa no la matemos, sino que la cojamos con un bote y la arrojemos a la calle", considera el fotógrafo. Porque la función del Wildlife Photographer of the Year, como añade, no es solo mostrar animales, sino concienciar para aprender a convivir con ellos.