La actividad económica en Francia ha caído un 35 % respecto al nivel "normal" por efecto de las medidas de confinamiento frente al coronavirus, un descenso ligeramente inferior al 36 % que se había constatado hace dos semanas, indicó este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INSEE).

En una nueva nota de coyuntura, el INSEE atribuyó esa tímida mejoría a la industria y la construcción, ya que algunas empresas de esos sectores han vuelto a ponerse en marcha, pero insistió en que la situación ha evolucionado poco desde el inicio del confinamiento el 16 de marzo.

En cualquier caso, el retroceso en la construcción es del 79 % y en la industria globalmente del 39 %, con bajas de hasta el 80 % en el tratamiento del carbón y el refino o del 72 % en los materiales de construcción (lo que incluye la fabricación de automóviles).

En los servicios como conjunto, el descenso es del 38 %, con un hundimiento del 91 % en la hostelería y la restauración o del 63 % en los transportes.

El INSEE señaló que esos datos son compatibles con los de la encuesta sobre las condiciones del empleo, según la cual la mitad de los asalariados del país están en una empresa que ha suspendido totalmente su actividad o la ha reducido en más de la mitad de lo que era habitual.

Por otra parte, el indicador del clima de negocios cayó más de 30 puntos en la encuesta de abril, el mayor bajón mensual desde 1980, cuando se inició la serie histórica, y se quedó en 62 puntos, que es igualmente el nivel más bajo registrado hasta ahora (el anterior mínimo había sido de 69 puntos en marzo de 2009).

El Gobierno francés, que ha revisado varias veces sus previsiones en las últimas semanas, en el proyecto de presupuestos modificado que se debate ahora en el Parlamento estima que el producto interior bruto (PIB) caerá este año un 8 %.