Un grupo de trabajadores del sector salud se concentró este martes frente al edificio de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) con el objetivo de protestar contra la aplicación en esa institución de una polémica ley fiscal.
Los sindicatos se oponen a que la reforma fiscal, aprobada en diciembre pasado por el Congreso, incluya a la CCSS entre las instituciones que deben aplicar reducciones en pluses salariales y a apegarse a una regla fiscal que pretende poner un tope al crecimiento de los presupuestos públicos.
En febrero pasado los sindicatos y la CCSS firmaron un acuerdo en el que se establecía que los pluses salariales no serían tocados, pero el Gobierno publicó en julio un decreto que contradecía ese acuerdo.
Por ello, en agosto pasado los sindicatos estuvieron en huelga y paralizaron buena parte de los servicios de salud durante una semana, hasta que acordaron con la CCSS resolver la diferencia por la vía judicial.
Sin embargo, a inicios de septiembre, la Contraloría General de la República ordenó a la CCSS aplicar la reforma fiscal y a descartar el acuerdo alcanzado con los trabajadores al considerarlo improcedente.
Los sindicatos se concentraron este martes frente al edificio de la CCSS para exigir a la entidad que no acate la orden de la Contraloría, pues afirman que al tratarse de una entidad autónoma que no recibe presupuesto del Gobierno, no debe acogerse a la ley fiscal.
El secretario general de la Unión de Empleados de la CCSS (Undeca), Luis Chavarría, dijo a Efe que la Contraloría se "extralimitó en sus funciones para interferir en las decisiones que le tocan a la Caja, violentando así su autonomía".
"Lo que están pretendiendo hacer es que la clase política se convierta en un gendarme, un tipo de dictadura donde ninguna institución tiene autoridad ni amparo legal porque a la clase política se le ocurre que solo ellos mandan", aseveró.
Durante la manifestación algunos dirigentes sindicales aseguraron que el Gobierno y la Contraloría han emitido una "declaración de guerra" a los trabajadores.
La principal reforma a los pluses salariales es que ya no se calcularán de manera porcentual al salario, si no que se pagarán de forma nominal, con el fin de frenar su crecimiento constante.
Además, hay algunos de esos pluses que se pagarán por rendimiento del trabajador, mientras que otros serán disminuidos.
La polémica reforma fiscal fue aprobada en diciembre pasado por el Congreso en medio de una extensa huelga de sindicatos de diversos sectores que se extendió por tres meses.
Durante el 2019 el plan tributario se ha venido aplicando paulatinamente, como es el caso de su punto estrella: el impuesto al valor agregado del 13 % que empezó a regir en julio pasado y que grava además de los productos, todos los servicios.