Los precios al consumidor en Argentina aumentaron en agosto pasado un 54,5 % respecto al mismo mes del año pasado, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos del país, inmerso en una crítica situación económica.
Según el ente oficial de estadísticas, los precios registraron en el octavo mes del año un alza del 4 % respecto de julio último y acumularon en los primeros ocho meses del año un incremento del 30 %.
El salto del 4 % respecto a julio marca un quiebre en la tendencia a la desaceleración que el indicador venía mostrando desde abril último.
En agosto los precios de toda la economía se vieron fuertemente impactados por el alza del precio del dólar.
El valor de la divisa estadounidense subió súbitamente tras las primarias del pasado 11 de agosto, en las que el presidente argentino, Mauricio Macri, sufrió un duro revés el 31,79 %, unos 16 puntos menos que el peronista Alberto Fernández, favorito para los comicios del 27 de octubre.
De acuerdo con el informe oficial difundido este jueves, los bienes tuvieron el mes pasado una variación positiva del 4,9 % en comparación con julio, mientras que los servicios aumentaron un 2,3 %, unos datos que ascienden al 59,8 % y al 45,7 %, respectivamente, en la comparación con agosto de 2018.
Los precios al consumidor acumularon el año pasado un aumento del 47,6 %, el nivel más alto desde 1991.
Las últimas proyecciones privadas que recaba el Banco Central y que tienen en cuenta los efectos de las severas tensiones financieras de agosto calculan que la inflación acumulada en 2019 será del 55 %, más del doble del 23 % proyectado en el Presupuesto para este año.
La alta inflación que registra Argentina se da en un contexto de recesión económica, con una caída en la actividad del 2,5 % en 2018, uno de los peores desempeños en años.
Ante el recrudecimiento de la crisis, el presidente argentino, Mauricio Macri, anunció semanas atrás una serie de medidas, que incluyen la congelación por tres meses de los precios de los combustibles, un aumento del salario mínimo y la quita del impuesto al valor agregado a ciertos alimentos de la canasta básica.
El agravamiento de la crisis ha hecho crecer las protestas de organizaciones sociales en las calles, donde reclaman que se extienda la ley de emergencia alimentaria, lo cual recibió este jueves la aprobación en la Cámara de Diputados y ahora deberá ser debatido por el Senado.