La inflación baja casi un punto en mayo, hasta el 3,2%, un mínimo desde julio de 2021

La inflación ha bajado casi un punto en mayo hasta el 3,2%, respecto al mismo mes del año pasado. Se trata de un mínimo desde julio de 2021, según el avance del IPC (Índice de Precios de Consumo) publicado por el INE este martes.

Las subidas de precios se han vuelto a moderar este mes por la caída de los carburantes y el freno de la escalada de los alimentos. Además, también ha bajado el IPC subyacente, que excluye de su cálculo precisamente la energía y los alimentos frescos, por ser considerados más volátiles.

Esta inflación estructural se redujo cinco décimas en mayo, hasta el 6,1% interanual.

"Los datos de inflación de este mes confirman la eficacia de las medidas del Gobierno, la moderación de los precios de los alimentos, la caída de los carburantes y posicionan a nuestro país como uno de los que tienen la inflación más baja de la Unión Europea (UE)", destaca la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

La asfixiante crisis de precios comenzó en el verano de 2021 por la pandemia y se exacerbó en 2022 por la invasión rusa de Ucrania. Y por fin empieza dar señales reales de alivio para las familias.

En el cálculo mensual, en mayo frente a abril, la inflación general retrocedió una décima. Es decir, los subidas se moderaron respecto a hace un año (cálculo interanual), pero los precios cayeron respecto al mes pasado (cálculo mensual). En cambio, según este mismo dato mensual, la inflación subyacente avanzó dos décimas en mayo.

Desde marzo de este 2023, el IPC interanual ha frenado fuertemente por los menores precios de carburantes, electricidad o gas respecto al pico de hace un año por la guerra. Es lo que se denomina el 'efecto escalón'.

Llenar el tanque de gasolina o diésel es hoy más barato que en 2022 incluso pese a que entonces estaba vigente el descuento de 20 céntimos a cada litro de carburante para todas las familias. En 2023, esta bonificación solo la disfrutan los profesionales del transporte y los agricultores.

Otras medidas de los planes 'anti inflación' siguen vigentes, como la rebaja del IVA a los alimentos básicos. Ambas las tendrá que revisar el Gobierno en las próximas semanas si quisiera renovarlas. También continúan las bajadas de los impuestos a la electricidad y el mecanismo ibérico (o tope el gas), que no caducan hasta final de año. Y los descuentos en el transporte público.

Gracias a estas medidas, las subidas de precios se mantienen lejos de los máximos de esta crisis, que se alcanzaron en julio de 2022, en el 10,8%, aunque siguen siendo asfixiantes.

El mayor alivio para las familias, cuyos ingresos y salarios reales sufren el mordisco de esta inflación, es la caída de los precios energéticos. Del mismo modo, esta tendencia reduce los costes de las empresas. Y los expertos esperan que poco a poco esta menor presión de los carburantes, el gas o de la electricidad siga conteniendo el IPC general y también el subyacente, dando continuidad al proceso de desinflación.

Mientras, la mayor preocupación es el impacto de la sequía en las cosechas y en los precios de ciertos alimentos, ya disparados, como el aceite o los cerales, cuyo encarecimiento se traslada a la carne, a la leche, a los huevos...

Según el último dato de los alimentos publicado por el INE, llenar el 'carrito' de la compra se encareció de nuevo en abril, pero lo hizo menos que en los últimos meses. La escalada del precio de los alimentos se moderó 3,6 puntos, hasta el 12,9%. Según ha adelantado Estadística este martes, las subidas se frenaron un poco más en mayo, aunque el detalle no se conocerá hasta mediados de junio.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene su estrategia de subir los tipos de interés para asfixiar la economía y luchar así contra la inflación. Aunque, recientemente, el Banco de España calculó que esta agresividad apenas bajó 2 décimas la inflación en 2022, que de media fue en España del 8,4%.

En 2023 y en 2024, la institución proyecta que las subidas de tipos del BCE apenas conseguirá moderar 5 ó 6 décimas las subidas de precios. Para este año, las distintas previsiones de los centros de análisis rondan en promedio el 4% de inflación en nuestro país, principalmente por el abaratamiento de la energía.

El BCE busca deteriorar la capacidad de consumo y de ahorro de las familias y dificultar que los estados se endeuden para aumentar el gasto público, dañando además el margen de las empresas para invertir, crecer y, por tanto, para crear empleo.

“Es evidente que el proceso de endurecimiento de la política monetaria está teniendo y tendrá costes a corto plazo en términos de menor actividad económica, pero que el mantenimiento de la estabilidad de precios es la mayor contribución que el banco central puede hacer para garantizar un crecimiento económico sólido a largo plazo”, incidió el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, la semana pasada.