Lucía Alemany es una de las dos mujeres españolas que compite en la sección Nuevos Directores del 67 Festival de Cine de San Sebastián, y lo hace con su película "La inocencia", un bofetón de realidad para muchos padres que no acaban de entender que los hijos "están para romper los patrones", dice.
"Vengo de un pueblo, de criarme en la calle, no tengo una gran cultura cinematográfica, y para mi primera película tenía que hablar necesariamente de algo que conociera y pudiera manejar al cien por cien", explica la realizadora en una entrevista con Efe nada más llegar a Donostia, un "regalo" que la valenciana aún no se cree.
Y ese material sensible que ella eligió para narrar fue su propia vida. Así, resume, "el tema es una menor que se queda embarazada y quiere abortar sin que sus padres se enteren. A partir de ahí, todo fue hilar; fui metiendo cositas mías, de mi pueblo, Traiguera (Castellón). Todo lo que pasa en la cinta es mi background de vida", desvela.
Sergi López y Laia Marull son los padres de Lis (la debutante Carmen Arrufat), una adolescente que sueña con convertirse en artista de circo y salir de un pueblo en el que su vida se compone de un montón de secretos que no puede compartir con nadie. Ni siquiera cuando se enamora, se queda embarazada y se desenamora, todo en el mismo verano.
"Cuando me pasó a mi, yo no lo dije a nadie. Ha sido a raíz de la película, cuando la gente me preguntaba y yo lo contaba, como me he dado cuenta de que hay muchísimas mujeres que han abortado y que es un tema muy tabú. Ahora mismo -afirma Alemany-, siento que se tiene que poner luz sobre este tema y me gusta poder dar voz a alguien que no sabe cómo decir 'yo aborté a los 17'".
Añade que también era "importante" no dejar a Lis "en el tópico papel de víctima".
"Tuvo un 'fogonazo', sintió la química, y luego se le pasó. Y eso también es sano, dejar que las cosas pasen", considera.
Alemany ha estudiado, como Carla Simón o Elena Trapé, en la escuela de cine de Cataluña, la ESCAC, aunque se licenció primero en la universidad de Vic y es además, presume, "la primera de la ECAM" -escuela de cine de Madrid- que rueda gracias al proyecto The Screen: "Mis tutorías con Mar Coll me ayudaron muchísimo", señala.
La valenciana, aunque nacida en Tortosa, eligió personalmente a Carmen Arrufat en un casting, "obsesionada" como estaba por la naturalidad y el realismo, que la joven debutante derrocha ante la cámara; también cuenta que rodó apoyándose en improvisaciones que los actores, y ella misma, fueron nutriendo en el proceso.
El resultado es un filme fresco y sincero que muestra una familia patriarcal "normal", con un padre un poco autoritario y una madre un poco sumisa; un chaval "malote", más enamorado que quinqui, aunque lo es, y una adolescente que está creciendo y encaja con auténtica inocencia los sucesos que van dando forma a su vida.
"Es, en realidad, una historia de amor, la de una niña que sufre al dejar a su primer amor", resume Alemany.