Estados Unidos eleva la presión para intentar dar con el ciudadano español José Luis Casero, al que el regulador bursátil de ese país, la Securities Exchange Commission (SEC), reclama unos 1,8 millones de euros por lucrarse usando información privilegiada cuando trabajaba en Goldman Sachs, el gigante neoyorquino de la banca de inversión.
La SEC, equivalente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española, acaba de pedir auxilio al Gobierno de EEUU tras una nueva tentativa infructuosa para localizar a Casero y después de varias gestiones del Ministerio de Justicia español que hasta ahora no han dado resultado.
Según documentación oficial, el pasado 10 de octubre las autoridades españolas informaron a la SEC de que no "han sido incapaces de localizar ninguna propiedad" a nombre de Casero. El regulador estadounidense había solicitado al Gobierno español en septiembre que rastreara posibles bienes de Casero en España.
Ante la falta de resultados, ha puesto ya el asunto en manos del Departamento de Justicia de EEUU, equivalente al ministerio de Justicia o la Fiscalía general de otros países.
La SEC explica que, para tratar de notificar a Casero la reclamación que tiene pendiente, está ahora "en proceso de coordinación" con el Gobierno español y con la Oficina de Litigios Extranjeros del Departamento de Justicia de EEUU. Esta entidad cuenta con oficinas en Panamá, Londres y Roma, según explica en su web.
El pasado 3 de noviembre el regulador bursátil de EEUU realizó el enésimo intento de contactar con este ciudadano español a través de la única dirección de correo electrónico que no le devuelve los mails. "Hasta la fecha, el demandado no ha contestado a este ni a ningún otro mensaje", reconoce el organismo.
El pasado 28 de septiembre, la SEC facilitó al Ministerio de Justicia español una copia del DNI de Casero y le solicitó "una búsqueda de propiedades a su nombre, en un intento por localizar al demandado", pero no ha dado resultado.
El supervisor bursátil estadounidense lleva tiempo tras este granadino, al que demandó en septiembre de 2021 por vía civil ante la Corte de Distrito de Nueva York. Le acusó de embolsarse ilegalmente "al menos" 471.725 dólares, cerca de 450.000 euros, usando información privilegiada a la que había tenido acceso cuando trabajaba como analista de Goldman Sachs en Polonia.
Casero se había incorporado a esa entidad estadounidense en septiembre de 2019, cuando tenía 33 años. Su puesto era el de analista Senior en la División de Compliance en la capital polaca. Allí estuvo hasta que dimitió el 27 de mayo de 2021, un día después de mantener una entrevista con los responsables del banco sobre ciertas operaciones sospechosas.
Desde la Sala de Control del banco de inversión en Varsovia, una de las ocho con las que contaba entonces esta entidad en todo el mundo, Casero formaba parte del equipo responsable de monitorizar el flujo de información confidencial entre la pata de banca de inversión de la entidad y sus divisiones de ventas, trading, investigación o gestión de inversiones.
Su misión era asegurarse de que los empleados de Goldman Sachs no negociaban con información confidencial. Pero supuestamente la utilizó en beneficio propio.
Según la SEC, desde septiembre de 2020 hasta su salida del banco, Casero "abusó de su posición de confianza" aprovechándose de "información sensible relativa a al menos 45 fusiones y adquisiciones, ofertas públicas de adquisición, operaciones de financiación y otros acontecimientos corporativos significativos en los que estaban implicados clientes y/o posibles clientes de Goldman Sachs".
Según la SEC, utilizó cuatro cuentas bancarias a nombre de sus padres en corredurías estadounidenses de bolsa con las que realizó supuestamente las operaciones ilegales con compraventas de títulos de compañías de la Bolsa de Nueva York o el índice tecnológico NASDAQ.
Entre otras, AMAG Pharmaceuticals, Viela Bio, la cadena de mascotas Petco Health o HD Supply Holdings. Las operaciones las alternaba entre una cuenta y otra "para evitar ser detectado". Pero le acabaron pillando.
Joseph Sansone, jefe de la Unidad de Abuso de Mercado de la SEC, acusó a Casero al anunciarse la denuncia de haber cometidos "graves violaciones de las obligaciones de un profesional del Cumplimiento" al "explotar la información sensible que le pagaban por proteger". "Condenamos este comportamiento atroz", dijo por su parte Goldman.
Los padres de Casero, que inicialmente figuraban en el proceso como "acusados nominales", acordaron reintegrar el dinero de esas cuentas ante el juez, según se recoge en la resolución judicial de abril de 2022.
El regulador bursátil ya había logrado para entonces una orden para congelar activos del español, "incluyendo ciertas cuentas que utilizó para llevar a cabo su esquema". El 7 de abril de 2022, la Corte neoyorquina le condenó a devolver esos 471.725,65 dólares y otros 14.330,89 dólares en intereses. Además, tal y como reclamaba la SEC, le exigió la máxima multa posible, del triple de la ganancia ilícita obtenida: otros 1.415.176,95 dólares.
El juez estadounidense adoptó esa decisión dado que "operó ilegalmente en múltiples ocasiones y de forma recurrente, abusó de su posición de confianza como analista de cumplimiento, ha demostrado un alto grado de intencionalidad y no ha comparecido para defenderse de los cargos".
Pero el español, que ya en 2021 no se personó para recoger la documentación del proceso judicial, no compareció ante la Justicia de EEUU. Y desde entonces la SEC no ha tenido noticias de él.
Su cuenta en Facebook se ha quedado congelada en enero de 2019, cuando se actualizó por última vez. En ella se puede ver el rastro de las visitas realizadas a lo largo de los años, antes de incorporarse a Goldman Sachs en Varsovia, a países como Suiza, Dinamarca, Polonia o Croacia, con imágenes de Casero.
En ella pueden verse imágenes del granadino, un joven cualquiera, posando ante un majestuoso lago en el Parque nacional polaco de Tatra, frente a la mezquita de Córdoba, los Acantilados de Moher en Irlanda o en Praga.
Tras esa resolución judicial, el regulador bursátil estadounidense inició en septiembre de 2022 un procedimiento administrativo para darle la oportunidad de defenderse en una audiencia pública, responder a las acusaciones y plantear posibles "acciones de remedio" para esas prácticas.
Y desde entonces, lleva más de un año intentando en vano ponerse en contacto con él.
Primero, envió una notificación a través de Fedex a su último domicilio conocido en Granada; después se puso en contacto con Luis Ras, un abogado en Nueva York que representó a los padres del ex analista de Goldman Sachs en el caso en EEUU.
También probó suerte con mensajes enviados a hasta cuatro direcciones de correo electrónico vinculadas a él. Y en octubre de 2022 cursó una petición al Ministerio de Justicia español, amparándose en un convenio relativo a la obtención de pruebas en el extranjero en materia civil o mercantil que fue suscrito en La Haya en 1970 y que España ratificó en 1976.
El pasado 14 de junio el departamento que entonces dirigía Pilar Llop comunicó a la SEC que había intentado dar con Casero a través de sus últimas direcciones conocidas en España, con dos tentativas el 24 de abril y el 8 de mayo.
Durante el segundo intento, según el relato de la SEC, "un vecino contó al funcionario que la familia del demandado todavía vivía en su último domicilio conocido. Sin embargo, el vecino también dijo que el demandado se había mudado al extranjero" y no ofreció más información al respecto. Desde entonces, la SEC sigue sin noticias de Casero.