La calificadora de deuda Moody's vaticinó este jueves una caída del 2,5 % en la economía argentina para 2020, con un tipo de cambio promedio cercano a los 70 pesos argentinos por dólar estadounidense y una inflación en torno al 40 % anual.
El panorama de Moody's dista del que dibujó el Gobierno la semana pasada, cuando presentó el proyecto de presupuesto nacional para 2020, en el que proyectó para el próximo año un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1 %, desde una caída del 2,6 % calculada para este año, un tipo de cambio de 67 pesos por dólar y una inflación del 34 %.
"El nuestro (pronóstico) es un poco peor que eso, por lo pronto la inflación es peor. Además el Presupuesto hablaba de un del 1 % y nosotros estamos pensando que puede haber una caída el 2,5 % en estos momentos. El promedio nuestro de tipo de cambio es un poco más elevado. Estamos esperando 60 (pesos por dólar) para final del año y 80 o 85 para finales de 2020, así que el promedio sería más cercano al 70", destacó el vicedirector regional de Moody´s, Gabriel Torres, en un encuentro con la prensa e inversores en Buenos Aires.
Las previsiones están marcadas por la "incerteza" que arrojan las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre y cómo el Gobierno resultante encare el pago de deuda contraída principalmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que a mediados del año pasado acordó con el país austral un desembolso superior a los 56.000 millones de dólares.
"Va a ser clave quién gana las elecciones, qué deciden hacer, los miembros de Gabinete que se nombran y qué es lo que se propone en términos de renegociar deuda. Damos por sentado que va a haber una reestructuración", valoró Torres.
El Ejecutivo de Mauricio Macri habló de un "reperfilamiento" sobre el vencimiento de la deuda con el Fondo, un término que para Moody's es sinónimo de impago.
"Reperfilamiento para nosotros es default, no pagar el dinero en el momento que lo tenías que pagar, en las condiciones que acordaste, es default", agregó Torres.
De esta reestructuración esperan que salgan nuevas condiciones impuestas por el organismo internacional que podrían afectar a la política fiscal del nuevo Ejecutivo.
"En nuestras charlas con gente del Fondo nos dicen que el préstamo ya se acerca a 60 mil millones (de dólares) y no hay mucho margen de extender esto. El Fondo cuando hace renegociación en general exige algo a cambio", sostuvo.
Consideró que el principal problema del país no es la capacidad de pagar la deuda contraída, sino la posibilidad de acceso a los mercados internacionales para financiarse.
"Ningún país del mundo paga su deuda, todos los países emiten deuda y luego para pagar esa deuda emiten nueva deuda. (...) Lo importante no es lo que debes, lo importante es si tienes acceso al mercado. Argentina el principal problema que tiene no es porque la deuda es mucha, es porque no tiene acceso al mercado", manifestó..
Después del resultado de las primarias del pasado 11 de agosto, en las que el peronista Alberto Fernández aventajó en 16 puntos a Macri, los analistas trabajan con un escenario probable en el que el candidato del Frente de Todos sea presidente, ante el que afirman que "hay perspectivas grandes de que una victoria de Fernández resulte en una mejora económica", que se podría comenzar a ver en el último trimestre de 2020.
Argentina tiene para la empresa estadounidense una calificación de "Caa2 con previsión a la baja", lo que significa que ocupa el escalón número 18 de los 21 en los que Moody´s divide su espectro, con una previsión de seguir descendiendo en los próximos seis meses.
Esta calificación supone que un inversor puede esperar "recuperar entre 80 % y 90 % del valor" de su inversión, lo que deja al país suramericano fuera del rango llamado "grado de inversión", donde se encuentran los países que tienen una nota comprendida ente los 10 primeros escalafones.
Torres se refirió al total de la deuda argentina, que representa cerca del 80 % de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que "no justifica la crisis" ya que "comparado a otros países de la región no es tan alta".
A su juicio, el origen de la crisis se sitúa en la imposibilidad del país de financiarse "en su propia moneda" (peso), debido al tamaño del sector bancario del país, que representa ene el 15 % y el 20 % del PBI.