El líder de la patronal, Antonio Garamendi, calculó que la reducción de la jornada laboral “equivale a regalar 12 días de vacaciones pagadas por la empresa”. Y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, le ha corregido este miércoles. “Según nuestros cálculos, para las personas que tengan 40 horas semanales, la reducción es de 16 días”, señaló a preguntas de los periodistas, y con una media sonrisa, durante la presentación del anuario 2024 de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.
Ya en un tono más serio, Álvarez preguntó: “Que se le regalan, ¿a quién? ¿quién lo regala?”. “Es como si estuviéramos en la Edad Media y yo soy el propietario del tiempo y decido”, afeó a los empresarios. “No sé dónde han salido, parece que vienen de Marte”, continuó para recordad que “nunca en la historia se ha hecho una reducción general del tiempo de trabajo reduciendo los salarios”, una situación que el Ministerio de Trabajo no contempla y que ha calificado de “absurda”.
Garamendi se había mostrado el lunes, durante la Asamblea General anual de la CEOE, en contra de la reducción de la jornada laboral pero se había abierto a pactar, tras seis meses sin avances significativos. “Parece que estamos entrando de nuevo en la negociación”, afirmó. No obstante, criticó también la postura de los sindicatos, a quienes acusó de querer impulsar ahora “algo diferente a lo que firmaron” en 2023, en el marco del Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva, que incluía mejoras salariales del 3% para este ejercicio y el próximo, al considerar que ya ahí se tenían “en cuenta los salarios, pero también las horas”.
“Creo, sinceramente, que si nos dedicáramos a negociar, seguramente todo esto iría mejor”, señaló Álvarez, que se ha mostrado convencido de que “la productividad que se ha generado en el país desde hace 40 años permite reducir mucho más la jornada”, que las 2,5 horas semanales pactadas por el Gobierno de coalición para los casos que no han tenido mejoras por convenio en las últimas décadas y que se mantienen en las 40. La media actual se sitúa en las 38,3 horas.
El tema de la productividad es recurrente. Mientras quienes se oponen a reducir la jornada, argumentan que este indicador es muy bajo en España, quienes están a favor señalan que una reducción de las horas de trabajo le puede jugar a favor. “No tenemos que jugar en una división en la que las largas jornadas de trabajo y los bajos salarios sean el instrumento de competitividad de nuestra economía. Lo tiene que ser la tecnificación y, cuando la haya, porque el empresario va a comprar una máquina en el momento en el que le salga más a cuenta que tener un trabajador, vamos a seguir avanzando y crearemos empleos en otros sectores”, ha desarrollado Álvarez.