Mape, la empresa gallega que propició la comisión de dos millones de euros que se embolsó en 2020 Alberto González Amador por intermediar en un pedido de material sanitario, rehizo sus cuentas anuales de 2023 el pasado 18 de abril, tres semanas después de aprobar una primera versión y en mitad del escándalo por el fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

La firma, de la que es consejero el directivo de Quirón Fernando Camino, reestructuró el año pasado su accionariado tras vender en mayo de 2022 un 5% de su capital por medio millón. La compañía ha dado por perdidos 1,5 millones que anticipó en 2020 a un proveedor que no identifica. 

Son detalles de las cuentas de 2023 que Mape acaba de remitir al Registro Mercantil, accesibles a través de Insight View, y que su consejo de administración aprobó inicialmente el 30 de marzo.

Para entonces, elDiario.es ya había revelado el fraude fiscal de González Amador con una trama de facturas falsas y empresas pantalla; las comisiones que cobró gracias esa operación que involucraba a Mape, y la relación de esta empresa con Fernando Camino, una persona clave en el ascenso profesional del defraudador confeso. 

19 días después de aprobarse esa primera versión de las cuentas, el consejo de administración de Mape decidió reformularlas. La razón que se da en el documento remitido al Registro Mercantil es que “el 18 de abril, considerando los resultados del ejercicio anterior”, con un beneficio de 1.536.109,93 euros, el consejo “propone aplicar la totalidad del resultado a dividendos”. Y la “consecuencia” de ese reparto de ganancias es que se decide “reformular las cuentas anuales previamente formuladas el 30 de marzo”. elDiario.es se ha puesto en contacto con Mape, que no ha atendido a este medio. 

La reformulación se aprobó después de que varias informaciones se preguntaran por el pagador último de las mascarillas que compró Mape e hicieron millonario a González Amador, profundizasen en sus lazos con Camino o revelasen que esta empresa pontevedresa copó los contratos de emergencia de la Xunta de Galicia en 2020.

Las cuentas de 2023 también revelan cambios recientes en el accionariado de Mape. En diciembre, la sociedad completó una reducción de capital mediante la amortización de toda su autocartera, 1.497 acciones propias que suponían casi el 15% de su capital. Con ello, los cinco accionistas más significativos de Mape elevaron sus participaciones. 

Los paquetes de la familia fundadora, los Cachafeiro, subieron hasta sumar el 70,55%, con el presidente y fundador, Gumersindo Cachafeiro (26,68%), a la cabeza. Y Mitjaterra d´Inversions, administrada por el directivo de Inditex Jorge Pérez Marcote, cuñado de Amancio Ortega, pasó a tener el 23,53%. Las cuentas no detallan de quién es el 5,92% restante. 

Ese paquete se vendió de una tacada en mayo de 2022, cuando Mape se desprendió de acciones propias equivalentes entonces a un 5% de su capital, participación que ahora se ha incrementado tras esa amortización de autocartera. Tal y como se explica en las cuentas, el 16 de mayo de 2022 “la sociedad enajenó 500 acciones que poseía en autocartera por 1.000 euros cada una, cobrándose un importe total de 500.000 euros”, lo que valora el 100% de Mape en 100 millones. Se desconoce la identidad del comprador o compradores de esas acciones.

Esa operación se llevó a cabo cuatro días después de que la Agencia Tributaria notificase a Alberto González Amador el inicio de la inspección que derivó en la denuncia contra él por sus dos delitos fiscales, reconocidos por escrito por su abogado antes de que estallara el escándalo. También en mayo de 2022 se reactivó en el paraíso fiscal de Panamá la sociedad que había creado Fernando Camino en 2013,.

Esta firma panameña, que luego administró González Amador y que este ha negado haber utilizado, fue extinguida nada más reactivarse. Y también tuvo como director a uno de los pocos clientes de González Amador ajenos a Quirón, un contratista habitual de gobiernos del PP al que facturó trabajos durante su fraude fiscal y que ahora ha declarado en concurso de acreedores varias de sus empresas.

Las cuentas de Mape parecen dar definitivamente por perdido un adelanto millonario realizado en 2020 a un proveedor por un material que nunca llegó a recibir Mape. Ese año, “la empresa realizó anticipos a un proveedor por importe de 1.540.000 euros, a cuenta de mercaderías que, a fecha de reformulación de las presentes cuentas anuales, no han sido suministradas. Dichos anticipos han sido deteriorados en su totalidad al dudar de su recuperabilidad”.  

Esos 1,5 millones suponen en torno al 5% de lo que factura en un año normal Mape. Su presidente reconocía en 2022 que habían hecho frente a “estafas” en la vorágine de 2020, en un elogioso reportaje en Diario de Pontevedra en el que presumía de haber traído 1.200 millones de mascarillas a España en lo peor de la pandemia.

La compañía empezó en 1998 como asesoría. En 2007 dio el salto a la distribución de productos sanitarios, elementos de parafarmacia, fármacos y otros productos que comercializa a grandes empresas, instituciones públicas y centros médicos privados. Entre sus clientes están Inditex, Iberdrola, Caixabank, Repsol, Mercadona, Telefónica o la propia Quirón Prevención y organismos públicos como la Comunidad de Madrid o la Xunta, según su web.

En 2023, la facturación de Mape se mantuvo estable en 32,5 millones. Lejos del récord de 113,25 millones que alcanzó en 2020, en el año uno de la pandemia, cuando esa operación permitió a la pareja de Ayuso ingresar esos 2 millones por mediar en la compra de material sanitario para la compañía gallega cobrando una comisión del 4,5%. 

Justo después de esa operación, en diciembre de 2020, González Amador pagó medio millón de euros a Fernando Camino por una empresa a nombre de la esposa del directivo de Quirón, que no tenía apenas actividad y no facturaba ni 30.000 euros. La jueza que investiga a la pareja de Ayuso ha rechazado investigar esta operación, como pedían PSOE y Más Madrid. 

Estas formaciones también pedían indagar en quién está detrás del ático de lujo en Madrid, adicional al piso que González Amador compró en el mismo edificio tras su fraude fiscal. El ático está a nombre de una empresa que administra el abogado que representó a González Amador en la inspección de Hacienda. Esa sociedad recibió un misterioso préstamo de 955.000 euros de un tercero para comprar el piso al contado en 2023.

En 2023 el beneficio neto de Mape fue de 1,53 millones, un 86,9% más, aunque muy por debajo del récord de 4,9 millones que consiguió en 2020, cuando su facturación se multiplicó por 3,8. Ese año, Mape fue el mayor proveedor del Servicio Gallego de Salud mediante contratos de emergencia, con un total de 10.004.510 euros. 

La Cámara de Cuentas advirtió, con carácter general, de que esas contrataciones (que la Xunta tardó muchos meses en publicar) contenían “deficiencias en algunas de las memorias justificativas, falta de un mínimo de concurrencia y de comprobación de la aptitud y capacidad del adjudicatario”; o “falta de publicidad de una parte de las adjudicaciones”, entre otras “incidencias”.

Según ese informe del Consello de Contas, la Xunta pagó en 2020 sobreprecios de hasta el 37% por la compra de material sanitario a Mape respecto a los otros proveedores.

El directivo de Quirón Fernando Camino es miembro del consejo de administración de Mape desde 2019. Tiene la categoría de “consejero externo”, según el gigante de la sanidad privada.