Los beneficiarios del bono social eléctrico pueden acceder a esta nueva ayuda, que varía su cuantía en función del nivel de vulnerabilidad y la zona climática en la que habite el consumidor
Con el objetivo de paliar los efectos derivados de los altos precios en las facturas energéticas, en 2018 el Gobierno de España impulsó la creación de una ayuda para rebajar el coste de la luz, el denominado bono social eléctrico. Este programa buscaba aliviar la carga económica que conllevan algunos servicios básicos, sobre todo en los meses más fríos del año.
Sin embargo, el coste de las facturas sigue siendo un quebradero de cabeza para muchas familias en el país, motivo por el cual se ha impulsado la creación de una nueva ayuda, el Bono Social Térmico -o Bono Social del Gas-. Este nuevo descuento busca garantizar el acceso al gas natural, un recurso esencial y que no estaba siendo aprovechado en todos los hogares, especialmente en aquellos en estado de vulnerabilidad.
Beneficios del bono social térmicoEl bono social térmico 2025 es un mecanismo de ayuda que permite obtener descuentos en la factura de gas a todos aquellas familias en situación de vulnerabilidad. Este está estrechamente relacionado con el bono social eléctrico, por lo que esta nueva ayuda será concedida a todos aquellos beneficiarios del bono social eléctrico a 31 de diciembre del año anterior, siempre y cuando tengan contratado el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) con una potencia inferior a 10 kW.
Tipos de ayudas del bono social térmicoLos consumidores que quieran optar al bono social térmico serán divididos en varias categorías, valorando criterios como el nivel de renta y la composición familiar con el objetivo de definir su nivel de vulnerabilidad. De esta manera, para calcular el tipo de ayuda, una de las bases toma como referencia el número de personas en el hogar y el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
Así, los consumidores vulnerables comienzan desde la base de una sola persona. En dicho caso el nivel de renta debe de ser menor a los 12.600 euros al año (equivalente a 1,5 veces el IPREM de 14 pagas). A partir de ahí, cada unidad de convivencia le añadirá al umbral de renta 0,3 IPREM por persona mayor de edad adicional, y 0,5 IPREM por cada menor de edad.
De esta manera, algunos ejemplos de cifras para los consumidores vulnerables son los siguientes:
Del mismo modo, serán considerados como consumidores vulnerables todas aquellas familias numerosas con certificado en vigor, pensionistas del sistema de Seguridad Social por jubilación o por incapacidad permanente -que perciban la cuantía mínima vigente en cada momento para dichas clases de pensión y no perciban otros ingresos superiores a 500 euros anuales-, y receptores del Salario Mínimo Vital.
Por otro lado, los consumidores considerados como vulnerables severos deberán contar con una renta anual igual o inferior al 50% de los umbrales establecidos para los consumidores considerados simplemente como vulnerables. De esta manera, algunos ejemplos de consumidores vulnerables severos son:
Más concretamente, en casos extremos como los considerados como consumidores vulnerables severos en riesgo de exclusión, estos no solo deben cumplir con los requisitos más estrictos previamente mencionados, sino que también deben de recibir apoyo de los servicios sociales. Además, a estos hogares cuentan con la característica adicional de que no se les podrá cortar el suministro de gas incluso si se enfrentan impagos.
Por último, también hay un grupo de personas que están abiertas a acceder al bono social térmico pese a no cumplir todas las características anteriores. Estos son familias monoparentales, personas con una discapacidad mayor o igual al 33% reconocida, personas con grado II o III de dependencia o víctimas de violencia de género o terrorismo.
Cuanto dinero permite ahorrar el bono social térmicoLas cantidades que cada persona o unidad familiar puede percibir gracias al bono social térmico no solo dependen del grado de vulnerabilidad del consumidor, el importe también está basado en la zona climática donde habite el solicitante. Así, cuanto mayor sea la temperatura media durante el año, menores serán las ayudas. Estas se dividen de la siguiente manera:
Zona Alfa: Islas Canarias.
Zona A: Costa de Almería y litoral de Cádiz, Málaga y Melilla.
Zona B: Baleares y costa de Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, parte de Córdoba, Sevilla, Huelva, Cádiz, Málaga y Ceuta.
Zona C: Jaén, Cáceres, Toledo, Badajoz, parte de Granada y Huelva, Murcia, Valencia, Castellón, Barcelona y Girona, A Coruña, Pontevedra, parte de Orense, Oviedo, Santander, Bilbao y San Sebastián.
Zona D: Madrid, Ciudad Real, Albacete, Cáceres, Lérida, Huesca, Zaragoza, parte de Teruel y Guadalajara, Pamplona, Vitoria, Lugo, Palencia, Zamora, Valladolid, parte de Salamanca y Segovia.
Zona E: Pirineos catalanes, aragoneses y navarros, León, Burgos, Soria, Ávila, parte de Segovia, Teruel y sistema Ibérico.
